“¡Andá a cagar, nene!”

Acabo de leer una anécdota buenísima de Alfredo Di Stefano, a quien muchos consideran el mejor jugador en la historia del fútbol.

El Real Madrid llegó a Suiza, y Santiago Bernabéu, el mero mero del club, organizó una visita de la plantilla a la familia real española, que pasaba los últimos días de vacaciones en Lausana.

Según el relato, durante la visita de los jugadores madridistas a la reina Victoria Eugenia, a su hijo Juan y a su nieto Juan Carlos, futuro Rey de España, Bernabéu invitó a ambos muchachos (Juan y Juan Carlos), para ver el partido del día siguiente en la que los merengues debutaban en Copa de Europa.

Al descanso, con el partido empatado a cero -algo que tenía a Di Stéfano bien emcachimbado- Juan Carlos, el futuro monarca se acercó al vestuario a saludar a La Saeta y desearle suerte, ante lo que el genial futbolista respondió con un rotundo: “¿Y vos quién sos? ¡Andá a cagar, nene!”.

Años después, al recordar la anécdota, Don Alfredo contaba: “¡Si llego a saber que sería Rey le beso la mano!”.