Como pasa el tiempo, me parece que fue ayer. Apareció con el número 30, un diminuto argentino con pelo liso, flaquito y de piernas cortas. Argentino de nacimiento, pero formado desde pequeño con el Barcelona FC.
Bueno para no escribir tanta casaca, le hablo de Leonel Messi, el mejor jugador del planeta. La pulga atómica sumará ante la Roma cien partidos de Champions League.
Han pasado 11 años desde que Messi entró al césped para sorprender a propios y extraños con su talento con el balón. Enamoró al mundo con sus goles y asistencias. Luego se convirtió en un extraterrestre, en un ser de otra galaxia. Definitivamente con todo lo que ha hecho la estrella del Barcelona, puedo asegurar que no es humano.
Leo Messi debutó en la Champions League y fue en una de esas noches glaciales del invierno de Donetsk, una fecha en la que el Barcelona también se quedó helado y sucumbió ante el Shakhtar de Mircea Lucescu después de que Andrés Iniesta fallara un penalti.
Ha coleccionado trofeos y ha pulverizado récords goleadores, arrastrado por el vertiginoso y bendito pulso que mantiene con Cristiano Ronaldo. De hecho, la única marca que le queda al argentino es la de superar al portugués como máximo goleador de la máxima competición continental. Lleva 77 goles y le falta uno solo para alcanzarle.
La Pulga Biónica sumará su partido centésimo ante Roma por el torneo Champions League, competición que ha ganado cuatro veces. Messi anda imparable.
