Con el tiempo, algunas historias se convierten en mitos. Después ya no se sabe qué es realidad y qué es una distorsión.
Pablo Escobar no es una excepción.
Por ejemplo, Sebastián Marroquín asegura que en una ocasión, el Patrón le metió fuego a dos millones de lempiras… ¡Para que Manuela, la hija del capo de capos, entrara en calor! espérate, ¿quién es ese tal Sebastián Marroquín?
Bueno, es el nuevo nombre de quien alguna vez fue Juan Pablo, el hijo mayor del jefe del cartel de Medellín.
“Mi hermana tenía frío y mi papá hizo que empezaran una fogata con dos millones de dólares”, relata.
De acuerdo con Marroquín, la familia vivía en las afueras de Medellín cuando la hija de Escobar, Manuela, padeció hipotermia. Pablo decidió encender una especie de fogata hecha con billetes que equivalían a $2 millones de dolares, para que la niña entrara en calor.
¿Y qué eran dos millones para alguien que desde la edad de 35 ya era uno de los hombres más ricos del mundo?
Según la revista Business Insider, Escobar se convirtió en el dueño del 80 por ciento del mercado global de cocaína.
“Escobar tenía ingresos semanales de aproximadamente 420 millones de dólares, convirtiéndolo así en uno de los narcotraficantes más ricos de todos los tiempos”, señala la revista.
No se sabe realmente cuánto dinero llegó a tener Escobar, pero algunas estimaciones calculan que fue de unos 30 billones de dólares.
Tuvo tanto money que estuvo en la lista de billonarios internacionales de Forbes por siete años consecutivos: 1987, 1988, 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993.
Se cree que Escobar, además, introducía alrededor de 15 toneladas de cocaína al día en Estados Unidos.
De cada cinco de los gringuitos que se ponían locos con cocaína, cuatro consumían de la que mandaba El Patrón.