La próxima vez que pongá un anuncio para vender su máquina, tenga cuidado con quién hacés el negocio…
Bromas, solo estamos fregando.
Lo que no es chiste es que el grupo terrorista Estado Islámico ya controla más del 50 por ciento de Siria, y su poder aumenta día tras día.
Los expertos la consideran la organización yihadista más rica del mundo y su financiación es clave para conservar su autoridad.
El Estado Islámico controla pozos petrolíferos, aeropuertos, hospitales, poseen un número incalculable de armas…
Y, por si fuera poco, tiene una flota de carros de miedo… Y casi todos son de Toyota.
Si te metés en YouTube y ponés los videos de Estado Islámico, vas a ver que andan en buenas máquinas, casi todas todoterrenos de la firma japonesa Toyota.
Incluso hizo uso de sus flamantes vehículos para exhibir su poderío cuando tomó Sirte, la ciudad natal del ex dictador Muamar el Gadafi, en Libia.
Aquel día, una caravana de llamativos todoterrenos de color ocre inundaron las calles de la localidad.
Ahora, la unidad sobre financiación de terrorismo del Departamento de Tesoro estadounidense ha preguntado al fabricante de automóviles nipón por qué sus vehículos han acabado en manos de los terroristas.
El canal de televisión ABC informó que Toyota respondió ofreciendo toda la información sobre las rutas de venta de sus vehículos en Oriente Próximo.
La compañía, además, dice desconocer cómo el Estado Islámico ha comprado sus vehículos y asegura que no vende a Siria desde el año 2012, aunque reconoce que sí lo hace en Iraq.
No obstante, el director de política pública y comunicaciones de la oficina de Toyota en Washington, Ed Lewis, asegura que “Toyota tiene una política estricta de no vender vehículos a potenciales compradores que puedan usarlos o modificarlos para llevar a cabo actividades paramilitares o terroristas”.