Estos niños le dan “jabón” a cualquiera

En lugar de darle like o subir videos o escribir un comentario, estos güirros (chamacos como les dicen en México), utilizan el Facebook para otras cosas: matar.

El caso más reciente es el de un cipote de catorce años de la ciudad de Tijuana (allí le truena, la cosa), que se bajó de un taxi, caminó hacia su víctima y le disparó a la cabeza con un arma calibre .40.

Pero el rollo es que cuando quiso escapar fue capturado a pocos metros de la escena del crimen.

“El chico nos dijo que lo habían contactado a través del Facebook”, contó Miguel Ángel Guerrero, quien es el coordinador de Investigaciones Especiales de la fiscalía de Baja California.

Tras recibir el mensaje en la red social con el ofrecimiento de dinero, el joven sicario se reunió con su contacto.

Allí le dijeron a quién tenía que darle jabón.

Luego se dirigió en un vehículo hacia una zona de Tijuana, en el estado de Baja California, conocida por sus bares y por el tráfico de drogas, e hizo su trabajo.

“Le dieron un arma y le indicaron a quién debía matar”, relató Guerrero.

Según Guererro, “El niño se baja, dispara, corre a la avenida Revolución, donde es detenido por los policías municipales, fue asegurado con el arma, y confesó su crimen”.

El menor se encuentra ahora a disposición de un tribunal de menores.

“Suben las páginas en las cuales invitan a jóvenes a participar, al menor lo enganchan allí, le dicen en qué consiste, lo citan para verlo. Al final de cuentas ni dinero ni nada, porque fue detenido”, apuntó Guerrero.

La víctima, informaron las autoridades, recibió heridas de bala en el rostro, pecho, el costado izquierdo y en ambos hombros y falleció mientras recibía atención médica.

EL PONCHIS

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El Ponchis es el niño sicario más famoso de México.

Las autoridades de Tijuana reconocen que cada vez más menores participan en delitos de alto impacto.

No es la primera vez que niños en México se ven involucrados en este tipo de hechos.

Suelen ser contratados por carteles de narcotráfico y bandas criminales como “halcones”, para informar sobre movimientos en determinado sitio.

El más recordado, El Ponchis, quien a los 14 años fue detenido en diciembre de 2010 y confesó el asesinato de cuatro personas mientras trabajaba como sicario para un cartel del narcotráfico.

El El Ponchis cobraba 2 mil 500 dólares por asesinato (cerca de cincuenta mil lempiras desplumados).