En lugar de una celda de cuatro por cinco metros, Óscar Pistorius llegó hace unos minutos a su nueva cárcel: la mansión de su tío.
“Oscar está aquí con la familia”, acaba de anunciar una portavoz de la familia Pistorius.
De pie, frente a docenas de periodistas, Anneliese Burgess, la portavoz de la family, dijo: “La familia está contenta de que Oscar esté en casa”.
Pistorius, que tiene las dos piernas amputadas, fue condenado por matar en 2013 a Reeva Steenkamp.
El lunes por la noche salió de una cárcel del centro de Pretoria de la que se esperaba que saliera el martes.
A su nueva “cárcel” sin que la prensa se diera cuenta a la vivienda de ladrillo de tres pisos, que se alzaba tras ornamentadas puertas negras.
El juicio por asesinato contra Pistorius generó un gran interés internacional. La inesperada decisión de liberar a Pistorius un día antes y por la noche parecía ir dirigida a evitar el espectáculo y los desafíos logísticos provocados por una gran congregación de equipos de televisión y otros reporteros, que esperaban lograr una imagen del corredor al salir de la cárcel, casi un año después de que fuera enviado a prisión.
Pistorius solo ha cumplido uno de los cinco años de cárcel de su sentencia por homicidio, pero puede optar a cumplir el resto bajo supervisión penitenciaria, una forma de arresto domiciliario.
Por eso es que se le permite estar en la manasión.
Aunque fue absuelto de asesinato el año pasado por la muerte de Steenkamp, la fiscalía ha apelado el veredicto de homicidio por negligencia y volverá a pedir una condena por asesinato ante el Supremo sudafricano el 3 de noviembre.
Si el tribunal le condena por asesinato, le podrían caer al menos 15 años de prisión.
La versión de Oscarito es que pensó que Steenkamp era un intruso en su casa de Pretoria (un rascuache), y que la mató por error.
La fiscalía alega que la mató a propósito durante una discusión después de que ella escapara a un baño de la casa.
Pistorius usa prótesis de fibra de carbono para correr y se hizo famoso cuando compitió en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, convirtiéndose en el primer deportista con miembros amputados que lo hacía.