Hay cosas que no se hacen. Y menos cuando se trata de un tema nefasto como el NAZI.
El rollo está que de un momento a otro, en el metro de Nueva York, aparecieron ciertos símbolos nazis, entre ellos el águila imperial alemana sobre las barras rojas y blancas de la bandera estadounidense, y cruces de hierro en los asientos.
¿Obra de algún grupo neo-nazi? ¡No!
Era una “CAMPAÑA”, una idiota campaña, de Amazon.
No se sabe quién fue el “genio”, pero a alguien de Amazon se le ocurrió que la mejor forma de vender su última producción propia era trasladando su temática al mismísimo Manhattan.
The man in the high castle, que fue estrenada el pasado viernes, adapta el relato de Philip K. Dick con el mismo nombre que imagina qué hubiera pasado con los Yunai si hubieran perdido la Segunda Guerra Mundial ante el loco del bigotito: Adolfo Hitler.
Esta campaña provocativa puso maleados a las autoridades de la city, quienes, de inmediato, ordenaron quitar los símbolos.
La orden la dio Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, pues consideró de mal gusto e inoportuno, recurrir a dichos símbolos en una ciudad en la que hay una enorme comunidad judía.
“Amazon Studios crea programación de alta calidad y provocativa que despierte conversaciones”, explicó un representante de la compañía después de ver que las autoridades correspondientes retiraron la campaña.
Pero trata de defender lo indefendible. Y les salió el tiro por la culata…