Aquel olimpista que jugaba con FURIA

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Estadio Nacional, 1955. Inauguración del torneo local de fútbol. Furia Solís con el blanco sagrado de su amado Olimpia.

Jorge Alberto Solís cercaba el área con sogas imaginarias y convertía ese pedacito de la cancha en un cuadrilátero donde los rivales experimentaban la peor pesadilla de sus vidas.

El round duraba noventa minutos. Noventa minutos infernales, eternos y despiados, en los que él imponía su físico de peso pesado para aniquilar a todo aquel que intentaba tirárselas de vivo.

Como todo guerrero, este defensa del Olimpia de los cincuentas tenía un apodo: FURIA. Y como le sobraban de aquellos que dijimos, vendía la docena a buen precio.

“Ponía todo en la cancha, se entregaba en cada partido como si hubiera tratado del ultimo en su vida. Furia era una fiera en la cancha”, me diría Mario Griffin Cubas, aquel legendario entrenador que lo dirigió en el Olimpia de los cincuentas.

Dueño de la lateral izquierda (colocaba un letrero que advertía el peligro), fue fundamental en la conquista del título de Campeón de Campeones del año 59.

PURA FURIA. El 17 de mayo, mientras el mundo seguía hablando de los barbudos que en enero habían tomado el poder en Cuba, Olimpia se enfrentó al Alajuela de Costa Rica. (Antes había perdido 2 a 0 con Guadalajara y le ganó 2 a 0 al FAS).

Fue un juego dramático. Alajuela se adelantó al minute 20. A los 25 hizo el dos a cero. Ronald Leacky descontó por Olimpia a los 35, pero los ticos hicieron el tercero a los 42 del primer tiempo.

“El derrumbe de los Manudos se hizo presente cuando se iniciaron las acciones del segundo tiempo, pues el técnico hondureño, Mario Griffin Cubas, colocó a Solís de tercer volante. Este movimiento de fichas bastó para que Alajuela perdiera el partido”, escribió Jorge Pastor Durán en su crónica.

Mientras Furia se encargaba de detener a los costarricenses, Reno Rodríguez (a los 58), Rolin Castillo (de penal a los 63) y otra vez Reno Rodríguez (a los 74), se encargaban de darle el triunfo al Olimpia. Empatado en puntos con Chivas, el Viejo León fue campeón gracias a su major diferencia de goles.

“Me enfrenté a Furia cuando yo jugaba en Troya y anduve con cuidado, pues era un tipo durísimo que amenazaba y lo palabreaba a uno durante todo el juego”, dice Reno Rodríguez, quien después jugaría muchos años a su lado en Olimpia.

“Fuera de la cancha, Furia ella era uno de los más fregones, simpáticos y alegres del equipo –recuerda Reno-. Pero se transformaba apenas entraba a la cancha y se convertía en un jugador realmente temido”.

 

Sabías que…

Furia fue campeón nacional con Olimpia en seis ocasiones: 1957-1958, 1958-1959, 1959-1960, 1960-1961, 1961-1962 y 1963-1964.

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Olimpia de los 50´s. Furia es el último de los agachados de izquierda a derecha.