“Estoy jodidamente triste… y quiero la revancha”

UFC Bantamweight Champion Ronda Rousey works with coach Edmond Tarverdyan Glendale Fighting Club in Glendale, CA. Friday, June 19, 2015. This is second week of training camp for Rousey who will defend her title against #7 challenger Bethe Correia at UFC 190, Saturday Aug. 1, 2015 in Rio de Janeiro, Brazil. (Photo by Hans Gutknecht/Los Angeles Daily News)

Ronda Rousey rompe el silencio. La ex campeona de peso gallo de UFC habló con la revista ESPN días después de ser noqueada por Holly Holm. “Necesito regresar… Tengo que ganarle”, comienza diciendo, y su habla tan suave, que la periodista que la entrevista asegura que apenas se le escucha la voz y “Debo hacer un esfuerzo para entender lo que me dice”.

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Ronda con su novio horas antes de una pelea.

Aunque no está preparada para hablar -¿Y quién puede estarlo después de esa paliza que le dieron?-, Ronda abrió las puertas de su casa en Venice, California, a la mañana siguiente del día de Acción de Gracias.

Todavía se le notan en sus labios las marcas donde estuvieron los puntos, y un lado de su cara fue golpeada con tanta dureza que tiene algunos dientes flojos.

“Podrían pasar hasta seis antes de que me coma una manzana”, dice Ronda.

“Estoy jodidamente triste”, reconoce.

Por eso -dice-, debo regresar y ganarle (a Holly Holm). Quién sabe si me sacarán los dientes, si se me partirá el labio, pero, demonios, tengo que hacerlo.

Ronda cuenta que tiene desconectado el celular y que ni siquiera sabe dónde lo ha puesto. “Solo he tenido largas conversaciones con Mochi, mi mascota”.

La ex campeona se acaba de bañar y de desayuno se sirvió un pan de ajo con mantequilla crema. Su hermana María le llevó café-

La pelea con Holly Holm aún le provoca escalofríos y prefiere no verla en su aparato de DVD.

“Me pegó en el primer round, del impacto de me aflojaron los dientes… Yo estaba noqueada en pie casi desde el inicio de la pelea”, revela.

No estaba pensando con claridad… Solo me repetía a mí misma “Estás bien, sigue peleando, estás bien, sigue peleando”.

“Estoy tan apenada… Esa que peleó es una vergonzosa presentación mía. ¡Ni siquiera estaba allí”.

“Siento como si estuviera de luto por la muerte de un familiar querido”, cuenta.

Ronda cuenta que durmió las quince horas de vuelo de Australia hacia Estados Unidos. Luego viajó otras quince horas en carro a un remoto rancho en Texas. La acompañaba Travis Browne, su novio, que también es peleador de artes marciales mixtas. La idea era celebrar el triunfo con una canasta gigante de alitas de pollo -su comida favorita-, y un par de cervezas.

Pero no hubo celebración.

En lugar de eso estuvo únicamente con Browne. Además del amor, tiene una historia triste en común: los padres de ambos se suicidaron.

“Duermo bastante y como comidas rápidas. Al comienzo estaba tan mal que no podía comer nada… No podía dormir y me iba al bosque a cagar. Hubo días en los que gaste un rollo de papel higiénico completo. me sentía enferma”, dice.

¿Volverás a pelea?”, le preguntó la periodista.

¡Por supuesto! ¿Y qué carajos más puedo hacer” -respondió Ronda.