Un juez inglés acaba de enviar a la cárcel a una pareja a la que le picaban las manos para realizar un atentado terrorista en Londres.
Ambos preguntaron a través de las redes sociales (qué papos), si era mejor poner la bomba en un centro comercial o en el metro de la ciudad.
Los sentenciados son Mohammed Rehman, de 25 años (cumplirá al menos 27 años en la cárcel en el bote), mientras que su mujer, Sana Ahmed Khan, de 24, pasará veinticinco tras las rejas.
Rehman preguntó en mayo a través de Twitter: “¿Centro comercial Westfield o metro de Londres? Cualquier consejo sería bien recibido”.
El mensaje integraba un enlace al comunicado de Al Qaida revindicado los atentados de 2005 en Londres, en que murieron 52 personas, y de los que se cumplieron 10 años en julio, aniversario en el que pretendían realizar su ataque.
Rehman y Sana son de clase media y no les falta el money.
Como pruebas, la policía presentó más de 10 kilos de nitrato de urea (que puede usarse para fabricar una bomba), y videos en los que se les veía probar explosivos en su jardín.