El sol no se puede tapar con un dedo: la Liga Nacional es competitiva dentro de nuestras fronteras, pero al momento de poner la cara en el extranjero siempre damos de pico.
La Liga de Campeones de la Concacaf es el torneo internacional por excelencia en nuestra zona, donde equipos de América del Norte, Centroamérica y el Caribe, buscan conseguir el trofeo final para clasificar al ansiado Mundial de Clubes.
En los últimos años los equipos mexicanos se han adueñado de la competencia, tanto así que el último campeón no azteca es el Saprissa de Costa Rica, quien en el 2005 derrotó en la final los Pumas.
Ahora, hablemos de lo nacional, el único que ha puesto el pecho por el país ha sido el Olimpia, quien oficialmente ha levantado el trofeo en dos ocasiones (1972 y 1988), pero eso solo es parte de la historia. A eso hay que agregarle cuando dejó en el camino a equipos mexicanos y clasificó al Mundial de Clubes.
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Hoy ni siquiera el Olimpia es capaz de llegar a semifinales de dicho torneo. En general nuestros clubes suelen ser superados por los estadounidenses, los mexicanos y hasta los mismos costarricenses, nos tienen atados, participamos y la verdad es que no metemos ni las manos.
A los dirigentes catrachos parece no interesarles nuestro desempeño internacional, simplemente no se mueven como deberían hacerlo. No basta con contratar jugadores mediocres, no basta con los trabajos de pre-temporada, lo cierto es que siempre nos dan en la madre, nos están superando con una facilidad impresionante.
Impotentes
Hay que destacar que la última participación del Olimpia ante equipos de la MLS ha sido respetable, pero tenemos que tocar el tema de manera general, analicemos los últimos 15 años.
Esa solo es una pequeña prueba de lo que ha pasado. No todo es negativo, hemos ganado uno que otro partido, pero sin importancia, al fin y al cabo siempre pegamos de bruces.
Lo peor de todo
Ahora, nosotros somos gallos, cuando nos dicen que vamos a enfrentar a un mexicano o a un estadounidense sabemos, o al menos pensamos, que podemos plantar cara, que tenemos equipo para dar batalla, pero volvemos a la realidad cuando técnicamente juegan con nosotros como un gato con su ratón.
Antes de desarrollarse el partido nos sentimos menospreciados, nos sentimos mal porque esos equipos nos enfrentan casi con un plantel de suplentes, son contados los jugadores titulares que se presentan en el verde césped y eso nos pega en el orgullo.
Lo peor es que aún así nos ganan.
Así es el fútbol
En la Copa Presidente los equipos de Primera División enfrentan sus respectivos partidos con un cuadro suplente, y así ganan, entonces es cuestión de fútbol.
Si sabés que te bastará utilizar a algunos jugadores titulares con otros que regularmente son cambios, no hay necesidad de arriesgar a tus mejores piezas. Lo mismo que hacen los equipos de la Liga Nacional en la Copa Presidente es lo mismo que hacen los mexicanos en la Liga de Campeones de la Concacaf.
Ellos no dejarán de traer futbolistas suplentes hasta que les demos un buen susto. Es hora de preocuparnos por competir a nivel internacional, de lo contrario continuaremos estancados en la nada.
