En un lugar de La Mancha…
Para “matar”, el tiempo, Joaquín EL CHAPO Guzmán lee El Quijote de La Mancha que le regalaron las autoridades de la cárcel de máxima seguridad en la que está recluido.
“El prisionero Joaquín Guzmán Loera llegó deprimido, cansado de estar huyendo. Fue lo que indicó en su primera declaración cuando llegó al penal, por lo que le entregamos el libro del Quijote”, dice Eduardo Guerrero, titular del Órgano Administrativo de Prevención y Readaptación Social.
Guerrero también reveló que EL CHAPO recibe en su celda comida que antes es probada por un perro para evitar envenenamiento.
En el tiempo que lleva preso ha sido chequeado en tres oportunidades por los doctores.
Emma Coronel, quien dijo ser su esposa, llegó a visitarlo pero no le permitieron entrar ya que legalmente no están cansados.
Al respecto, Guerrero dijo que “Legalmente ella no es su esposa y no puede ingresar hasta que el detenido está divorciado o es su concubina. Él tiene registradas a sus hijas, hermanas y mamá”.
Para evitar que se vuelva a fugar, al CHAPO lo han movido de celda once veces.
El propio Guerrero señaló que “Soy el encargado de que el prisionero Guzmán Loera no se haga daño en prisión o que sufra algún atentado”.