A sus treinta y dos años, Wilson Palacios tiene las puertas cerradas en la Selección Nacional. Y él lo sabe.
Las palabras de Jorge Luis Pinto, el DT de la H, le han matado cualquier esperanza: “No convocaré a jugadores que estén en equipos de segunda”, ha dicho el colombiano.
De esa forma, el show del MAGO -o Harry Potter Negro, como lo llamó el periodista Alexeiev Morales-, ha llegado a su fin. Tristemente.
Duele aceptarlo, pero a estas alturas de su carrera, y luego de varias temporadas perdido en el limbo futbolístico, es muy poco lo que Wilson le puede aportar a este proceso eliminatorio. Escoger al Miami FC de la NASL (una división abajo de la MLS), tampoco ayudará.
Fuera de ritmo, su primer oficial con Miami será dentro de dos meses -en abril-, cuando los dos partidos contra El Salvador -claves, de vida o muerte-, habrán pasado.
Ya es tarde para tomar decisiones, pero la única oportunidad de regresar a la H era si hubiera decidido jugar en Honduras, en el Olimpia, el club donde brilló.
Wilson fue un extraño caso, pues destacó más en los clubes (además del Olimpia, fue figura en Birmingham, Wigan y Tottenham), al punto que despertó el interés de varios poderosos de Europa, incluyendo en su momento al Manchester United.
En la H, sin embargo, fue uno los titulares fijo, pero nunca llegó a ser determinante.
Hizo buenos partidos, pero fue opacado por aquellos que estaban destinados a ser héroes y a resolver los problemas: Carlos Pavón, Amado Guevara, Rambo de León, David Suazo, Carlos Costly, Noel Valladares, Víctor Bernárdez, e, incluso, Ramón Núñez, que fue una figura que pasó como estrella fugaz.
Él, mejor que nadie, sabe que sus días como seleccionado han llegado a su fin. Así lo deja ver cuando le preguntan si cree que será llamado.
Su respuesta: “No sé, aunque él -se refiere a Pinto-, ya dijo que jugadores de segunda división no va a convocar, entonces, estoy tranquilo. Él ya tiene a su gente y a los jugadores que estamos afuera solo nos queda apoyar”.
Irregular en los dos Mundiales en los que participó (en 2010 llegó disminuido por las lesiones y en 2015 tampoco brilló), tiene veinte meses sin jugar con la H. En ese tiempo, otros tomaron su puesto.
Hay posibilidades de clasificar a Rusia, es difícil, pero Honduras tiene buenos jugadores, para salir adelante -ha dicho EL MAGO.
Ojalá que en Miami puede resucitar para regalarnos la magia que aún le queda en sus botines. De eso dependerá muchísimo si lo volvemos a ver con la camiseta blanca y el 8 en la espalda.
Porque Wilson es en estos momentos un jugador de segunda, pero tiene todo para volver a alguno de primera.