Cosas que no sabías sobre el hundimiento del Titanic

Todos conocemos un poco sobre la historia de ese acontecimiento que sacudió al mundo, un barco que en 1912 se hundió en el mar, cobrando la vida de muchas personas que disfrutaban del primer viaje de embarcación.

Vimos la película e igual, conocimos muchas cosas, sin embargo es momento de irnos más allá. Hablaremos de unos cuentos secretos que pocos conocen con respecto al hundimiento del Titanic.

Sin más preámbulo veamos esas cosas desconocidas, los cuales se han dado a conocer a lo largo de la historia, por algunos sobrevivientes y por algunos historiadores:

  •  Los 35 ingenieros del Titanic desaparecieron en el naufragio.
    Ellos formaron parte de las 1514 personas que perdieron la vida en la noche el 14 al 15 de abril de 1912.
  • La mayoría de los botes salvavidas del Titanic no fue cargada a su capacidad máxima, la cual era de 65 personas.
    La gente se salió de control, no había tiempo para pensar, al menos es lo que me imagino. ¿Cuántas personas más pudieron salvarse? Nadie lo sabe, simplemente son cosas que suceden, y en aquel entonces nadie pensaba en el bienestar de un desconocido, se preocupaban por sí mismos y sus familias.
  • La recamara más cara de Primera Clase costaba 4,350 dólares, algo equivalente a casi los 100,000 dólares en la actualidad.
    En lempiras hablamos aproximadamente de 2,290,486 así que había que sacar la billetera.
  • Al ver lo que sucedía (el hundimiento), la tripulación del Titanic envió mensajes de ayuda a través de la radio, pero la señal les jugó una mala pasada, pues el mensaje llegó tres horas más tarde.
  • El alcohol te salva la vida
    El panadero del Titanic sobrevivió al hundimiento, a pesar de no poder ingresar a uno de los botes salvavidas. Fue de los pocos que aguantó la baja temperatura del agua, esto por el alcohol que operó como anticongelante en su cuerpo.
  • Un día antes de que el Titanic zarpara había programado un simulacro de evacuación, pero este fue cancelado a último momento, ya que los tripulantes creían que eso les traería mala suerte.

¿Curioso no?
Ni modo, los accidentes suceden y en aquella ocasión así sucedió. Esperemos que cuando el Titanic II ande por el océano no pase lo mismo, aunque hoy en día están mejor preparados para dicha situación.