Se supone que si nos gusta el fútbol, más o menos le seguimos la pista a los legionarios nuestros.
¿Andy Najar? Anderlecht de Bélgica.
¿Choco Lozano? Tenerife de España.
¿Emilio Izaguirre? Celtics de Escocia.
Y la lista sigue: Boniek en Houston Dynamo de la MLS de Estados, Carlos “Chino” Discua en Alajuela de Costa Rica, etcétera.
En una conversación con amigos, salió el nombre de Jerry Bengtson y fue curioso, pero ninguna se acordó dónde jugaba.
Míster Google nos lo recordó: juega en Irán. Allá, perdido en una cultura enigmática, el delantero ve pasar sus días en una sequía goleadora en el club Persépolis.
Ni siquiera en una liga mediocre -con el debido respeto-, como la iraní, se ha hecho sentir. Jerry pesa poco, tal y como le ocurrió en Argentina (Belgrano) y en Estados Unidos (New England Revolution).
Pocos goles, poco brillo.
Apenas nueve goles en cuatro años. Y ninguno en los últimos dos meses. Así, es poco lo que Jerry le puede aportar a la H. Otro dolorcito de cabeza más para Jorge Luis Pinto.
En Irán, allá juega Jerry. ¡Quien lo iba a decir!