La historia de Hamza Bendelladj, es impresionante, es un hacker argelino que robó mas de 200 bancos y logró un capital de 4000 millones de dolares, los donó a causas benéficas en África y Palestina, lo arrestaron, se veía sonriente y feliz, cuando estaba con la soga al cuello seguía sonriendo, murió feliz. Linda historia, ¿No? …
La verdad, es que la historia es completamente falsa, Hamza, realmente es uno de los mejores hackers que existen en el planeta tierra, sin embargo, no ha donado un tan solo dolar a causas benéficas, lo mas importante, no esta muerto.
Este risueño Robin Hood, al que se le atribuyen heroicas frases como “El dinero y el poder son nada, si no se usan para crear un mundo mejor, más justo”, habría sido arrestado en 2013 en Bangkok y fotografiado con una gran sonrisa que le habría ganado el sobrenombre de “el hacker feliz”.
En agosto del año pasado, su supuesta condena a muerte incendió las redes sociales: campañas de apoyo en Youtube, miles de tweets de denuncia y peticiones en plataformas civiles como Avaaz exigiendo la revocación de su condena, llevaron a Joan Polaschik, embajadora estadounidense en Argelia, a recordar en su Twitter que los delitos informáticos no eran delitos capitales y por tanto, no estaban castigados por la pena de muerte.
¿Que había de verdad en la noticia, entonces? ¿Quién es en realidad Hamza Bendelladj?
Nacido en 1988, Bendelladj es efectivamente hacker y argelino, y fue arrestado en Bangkok . No está tan claro que sea el Robin Hood del ciberespacio, pero sí que no ha sido ejecutado por ningún gobierno. Es más, no es un héroe.
Junto con el ruso Alexander Panin, diseñó un programa informático a través del cual usuarios podían introducirse en ordenadores ajenos y, entre muchas otras cosas, saquearles sus cuentas bancarias. A modo de un virus troyano, el programa se descargaba en el equipo de sus víctimas (que en lenguaje hacker reciben el nombre clave de “zombis”) a través de un simple clic en una web o emails infectados. El ordenador caía así en las redes del pirata informático, que podía acceder a sus contraseñas, correos y demás información personal.
El programa incluía incluso una herramienta destinada a eliminar el malware de Zeus (el hasta entonces más popular virus para el robo bancario) para que, en caso de que el desafortunado ordenador haya sido infectado por ambos, asegurarse el monopolio del fraude.
Spy Eye, así se llamaba ese santo grial del hacker, consiguió embolsarse más de 145 millones de dólares, infectó a más de 1.4 millones de ordenadores y llevó a sacarle canas verdes a la Interpol y FBI durante años.
¿quien era el joven sonriente con la horca alrededor del cuello de la foto?
Se trataba de Majid Kavousifar, un iraní condenado a muerte por por el asesinato de un juez, al que sí se ejecutó a sangre fría en una plaza de Teherán nueve años atrás.
Hamza utilizó el dinero para viajar por el mundo, pagar hoteles cinco estrellas, la realidad es que no es ningún héroe, el tipo es un hacker calificado como uno de los mejores, la única razón por la cual no lo han matado, es porque no ha revelado la manera en que robó todo ese dinero.
Deje de compartir papadas en internet, averigüe el trasfondo de la noticia compartida, así se va a evitar quedar como papo frente a los demás.