No, no jugó. No, no fue convocado. Sí, sí ha de ser incómodo. Pobre Emilio. De figura estelar del Celtic al exilio.
Otra vez, el zurdo se quedó con alas ganas de jugar. Ya lleva más de un mes así y parece que las cosas no cambiarán. Y eso es malo para él y para la Selección Nacional a menos de un mes de los dos juegos eliminatorios contra El Salvador.
Emilio tuvo que ver el empate de su equipo (1 a 1 con el Hamilton), y, peor aún, que su puesto volvió a ser ocupado por Kieran Terney, el güirro de 18 años que llegó para amargarle la vida.
Ya son ocho partidos en los que el catracho no juega un solo segundo.
Panorama oscuro a sus treinta años, a pesar de que Ronny Deila, el DT de los Celtics, ha dicho que SÍ cuenta con Emilio. ¡Paja, hombe!
El futuro de Emilio podría estar en España o la MLS. O, ¿por qué no? De regreso a su amado Motagua.