“Por necesidad me hice portero”

Unas horas antes de que Juticalpa FC le empatara a 1 a Motagua en el Estadio Nacional, me reuní con el profesor Wilmer Cruz para conversar sobre sus anécdotas deportivas tanto como jugador, como entrenador.

Muchos lo vemos a la orilla del campo eufórico, comprometido con su trabajo, imprimiendo ese sentimiento en el estilo de juego de sus jugadores. Justo el miércoles me comentaba que no sólo los Olanchanos querían ganar, sino el también y clasificar a semifinales de la Copa Presidente. Ese sueño, a base de fútbol se hizo realidad y ahora lucharán ante Real Sociedad por el pase a la Gran Final.

¡COMENCEMOS!

¿Cuál fue la historia de aquella peleada semi ante Motagua ?

Fue en una semifinal entre Real España y Motagua en San Pedro Sula al minuto 43 del segundo tiempo con ese penal Motagua nos eliminaba y yo paré ese penal de Alvaro Izquierdo, él era el mejor penalero de Motagua. Con el empate nosotros pasábamos a la final.

¿Y sobre la final en Tegucigalpa ante Motagua a inicios de los 90’s también, fue protagonista?

Le tapé un gol a Giovanni Avila. Íbamos perdiendo con Motagua en Tegucigalpa y tapé ese remate.

Si retrocedemos en el tiempo; ¿Cómo decide Wilmer Cruz convertirse en portero?

Por accidente y necesidad ja, ja, ja. Néstor Mataman era el entrenador en Real España en aquel entonces. Nos ponían en filas para los entrenamientos. Los defensas acá, los delanteros allá y así. Hacíamos aquellas grandes filas. En esa ocasión don Néstor dijo que quería ver a los delanteros.

Me tiró una pelotita para que la dominara y él quería 15 o 20 y yo solo hice 7 ja, ja, ja. Apenas tenía 18 años, ya estaba casado, entonces necesitaba una entrada de dinero. Él me dijo que no me miraba condiciones de delantero. ¡Así de directo!

Entonces decidí jugármela e irme a la fila de los porteros. Estuve ahí esperando algunas 4 horas hasta que el Profe decidió trabajar con los porteros. Cuando me tocó mi turno me dice: “Yo esa cara la he visto en algún lugar” y claro me había visto con los delanteros. Me tiró un par de pelotas y dijo que me miraba condiciones. Así llegué al fútbol profesional.

¿Cómo se consideraba usted como jugador?

Polémico. Muy polémico con los dirigentes, con todo mundo, pero me partía el alma dentro del campo. Si a mí me contrataba un equipo a mí me tenía que pagar mensual, cada 30. No me iban a pagar cada 2 meses como vemos a algunos equipos ahora, ese no es el trato y afecta el rendimiento del jugador. Antes eso no sucedía porque todo mundo peleaba por sus derechos.

Lo que pasa hoy es que hoy hay jugadores y técnicos que cobran y otros que no cobran.  Por eso yo peleaba por los salarios de mis compañeros, por los premios, pero ningún dirigente se quejaba de lo que yo hacía en el campo. La nueva generación ha ido cambiando eso. La llegada de Pavón a Marathón, su servidor y otros entrenadores jóvenes del país.

¿Cómo se convierte en el “especialista en penales”?

Era muy bueno por el “entrenamiento invisible”, que hoy no se maneja. Lo manejábamos muy bien con Nahúm Espinoza, nosotros vivíamos en la sede de Real España. Durante el tiempo libre, 11 o 12 de la noche, a veces hasta la 1 de la mañana estábamos jugando fútbol. Ellos tenían una portería ahí y nosotros nos poníamos a practicar, Nahúm los tiros libres, él se convirtió en especialista en eso y yo a atajar penales. Ahí no era grama, era puro cemento, pero al final valió la pena ese “entrenamiento invisible” o entrenamiento extra.

¿A quién ha sido el único jugador al que no le logró anotar un penal?

Cesar “El Nene” Obando.

¿Podríamos decir que esa es la sed que le falta al jugador de Liga Nacional hoy en día?

Yo creo que sí porque hoy en día, los entrenadores no vemos el entrenamiento extra de los jugadores para perfeccionar algunos detalles que a veces no los cubre uno en los entrenamientos normales. Creo que eso está faltando. Antes el jugador era más dedicado, ahora que el fútbol es más profesional el jugador no le dedica el tiempo a ese entrenamiento que deberían hacerlo por el mismo hecho de ser profesionales.

¿De dónde nace esa emotividad al momento de dirigir los partidos?

Siempre he sido así. Una vez hasta me caí en el Estadio Morazán porque me deslicé en el lodo y me caí. Yo considero que eso es muy bueno porque como es el técnico así son los jugadores. Si se es un técnico pasivo, así van a ser los jugadores y si se es un técnico agresivo, los jugadores van a ser agresivos. Claro, sin confundir la agresividad. Yo quiero que el jugador vaya legal a la jugada con el compañero de profesión y que robe la pelota limpiamente. Me he manejado por esa línea, también, porque soy admirador del Cholo Simeone. Es uno de los técnicos que más admiro en el fútbol.

¿Y a nivel nacional?

También hice una reseña de todos los entrenadores que yo tuve. Algunos que eran muy pasivos que no le decían nada a uno como jugador y no me gustaban. Había técnicos que eran fuertes de carácter y con disciplina. De todos ellos, saqué lo mejor y hoy en día lo estoy poniendo a prueba.

¿De quiénes?

Saqué de Primitivo, Flavio Ortega, Ernesto Omar Luzardo, Jorge Ernesto Pineda que fuimos compañeros, Raúl Martínez Sambulá, y Hernan García. Quise convertirme en uno solo de todo ese grupo de profesionales. Tengo el carácter de Flavio Ortega, siempre se lo admiré y me gusta trabajar mucho como Ramón Enrique Maradiaga, soy paternalista como Hernán García, entonces se podría decir que tengo todo. Cuando tengo que ser madre de familia con los jugadores, me convierto en una. Cuando tengo que ser padre de familia, también. Cuando tengo que ser un militar con ellos, lo aplico.

Tengo todas esas facetas y gracias a Dios aquí estoy. Tal vez no he triunfado como se quiere triunfar porque solo he dirigido 2 equipos (Honduras de El Progreso y una faceta que tuve con Victoria de 15 juegos consecutivos donde era jugador pero también dirigía y ahora en Juticalpa, no tengo esa vasta experiencia en Primera División pero sí en Liga de Ascenso y Mayor.

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JUTICALPA FC

¿Qué tal la experiencia Olanchana?

Es el lugar donde más me ha gustado trabajar. Me siento súper cómodo porque los dirigentes son jóvenes, creo que yo soy el más viejo de todos y el mero presidente que en estos momentos no está con nosotros pero me han tratado súper bien. Estoy intentando por todos los medios de hacer un trabajo aceptable para que el próximo torneo armemos un equipo que nos guste a todos.

¿Está viendo a Juticalpa fuera de esa situación de descenso?

Lo cuestiono porque la primera vuelta se cierran dos partidos en casa pero en la segunda son como visitantes. Como pueden definir, pueden no ser. Puede que encontremos muertos a varios rivales y ya no tengan ninguna aspiración. Puede ser que también los encontremos vivos, pero ese es el fútbol.

Es el riesgo que tenemos que correr siempre. En este momentito lo que queremos es sacar la mayor cantidad de puntos. A nosotros los que nos viene a trastocar un poquito los planes es el torneo de Copa.

Yo también lo quiero ganar, estoy dirigiendo a los olanchanos y los olanchanos quieren ganar todo siempre. Y digo problema por las lesiones que tengo, tenemos a Esdras lesionado y ya lo perdimos en un partido de Copa por darle la respectiva formalidad. Ese es mi único temor, pero hay que correr ese riesgo esperando que Dios nos ilumine y que tenga a todos nuestros jugadores sanos.

¿Cómo ha sido esa transición de la costa norte a las pampas olanchanas?

Con lo que tengo más problemas es con mi esposa, siempre andamos juntos. Donde voy yo, va ella. Esa ha sido la clave del matrimonio de nosotros. Yo soy súper adaptable donde sea. Me adapto al frío como al calor, yo no tengo ningún problema. La cuestión es ella porque el encierro la mata pero se ha sentido súper cómoda en Juticalpa y eso me ayuda a estar más relajado en los asuntos del equipo.

SUPERMÁN Y LA SELECCIÓN

¿Cuál es el panorama que mira para los duelos ante El Salvador?

Esos temas no me gusta tocarlos muy poco por la sencilla razón de que yo soy entrenador de fútbol. Perro que come perro; no es buen perro. No me puedo poner a criticar el trabajo de Jorge Luis Pinto y nunca me ha gustado criticar trabajos de ningún técnico.

Yo lo único que puedo hacer es seguirlo apoyando a él hasta donde él llegue y si es con él o con otro, yo voy a apoyar al técnico que este. De que está complicada la situación, está complicada. Eso que no le quede duda a nadie, a ningún hondureño. Lo único que nos queda es apostar a la calidad del técnico, fue uno de los mejores del mundo, hay que valorarlo.

¿Hay material (jugadores) para ganarle a El Salvador?

Sí, hay calidad de jugadores. Tenemos un talento enorme en ellos y creo que si se puede ganar. Honduras de El Progreso ha bajado notoriamente su nivel. Algunos jugadores más que otros. ¿A qué se podría deber este bajón? Hay que ver por qué el jugador baja el nivel.

A veces nosotros solo nos enfocamos en el jugador. No miramos por qué no rinden en sus equipos ni en la Selección. Hay que buscar esos factores, hay algo que los está perjudicando y ahí tenemos que enfocarnos. No solo a decir que los jugadores hondureños son malos, porque no es cierto. La mayoría son de muchísima capacidad.

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¿Alguna anécdota que se le venga a la mente como jugador?

Ja, ja, ja. ¡Tengo tantas! El profesor Cruz Carranza, que en paz descanse, tenía una Selección a cargo con jugadores de la talla de Tyson, Amado, su servidor, etcétera. De hecho ganamos invictos la Copa de Naciones en El Salvador. En una charla que estaba dando, ya tenía el planteamiento en la pizarra y llegamos nosotros y nos dice; “¡Díganme ustedes por dónde nos puede ganar El Salvador, búsquenme un hoyo por dónde puedan entrar?!”.

Uno de mis compañeros se puso a contar la cantidad de jugadores en la pizarra y tenía 12 jugadores ja, ja, ja. ¿Cómo iban a encontrar el hoyo si teníamos uno de más? Ja, ja, ja. Fue que se equivocó, pero fue muy gracioso.

¿Y cómo entrenador recuerda alguna pasada?

Sí, tengo una con el Ñangui Cardona. Yo tengo lo quería contratar y le di seguimiento. En aquel entonces yo estaba con el Honduras de El Progreso pero en la Liga de Ascenso. Ñangui jugaba en la Liga Mayor y yo soy fiel admirador de los jugadores de la comunidad.

Me fui al estadio a verlo, al minuto 15 lo expulsan del partido y lo que más me llamó la atención es que se fue peleando con todos los aficionados y antes de entrar al camerino se bajó la calzoneta el Ñangui ja, ja, ja. Recuerdo pensar; “¿Dios mío y este es el jugador que voy a contratar?”. Fue increíble y hoy lo adoran en El Progreso. Es un jugador importantísimo para la comunidad. Tuve media hora pensando cómo iba a hacer porque él me interesaba como jugador y hablé con él.

Ya cuando lo llevé al equipo le dije; “Ya esas tonteras de bajarse la calzoneta enfrente de ese montón de gente no las podés hacer aquí”. Él se asustó porque pensó que alguien me había comentado pero yo lo estaba viendo, ja, ja, ja.

LOS IMPUESTOS

Ahora está el tema del 12.5% que no vivió usted como jugador..

Ese es otro tema. Es una obligación de todo ciudadano pagar los impuestos, pero nosotros los futbolistas somos ciudadanos abandonados. Nosotros no cobramos los 14 meses. Hay trabajadores que cobran hasta 15 meses al año. Nosotros al año, tal vez cobramos 6 meses. Eso es lo que trabajamos anualmente y aparte que las pre-temporadas las pagan a la mitad, cosa que no entiendo porque se trabaja más.

Yo creo que debe existir una persona que tiene tomar decisiones en esta materia porque si a mi me pagaron los 14 meses estaría tranquilo pero no es así. Como consejo para los jugadores: ahora cada vez que vayan a firmar un contrato debe ser libre de impuestos y dejarlo patentado y que no se deje llevar por la emoción que se fijen bien lo que están firmando, pero si los motivo a que paguen impuestos porque es una obligación.