Papa Francisco pide respetar dignidad de homosexuales

Miles de años de Iglesia y ahora viene el Papa Francisco a poner en el lugar aquellos puritanos que se encargan de juzgar y señalar a los demás, como si están libres de pecado, la Iglesia Católica está dando pasos gigantes hacia la búsqueda de un mundo más justo, más abierto al sentir, pensar y actuar del ser humano.

Encontré esta nota de El Confidencial, compartida por el Director Ejecutivo de la Fundación Eleutera, Guillermo Peña y agrega este mensaje:“Estamos notando un verdadero giro de política del Vaticano, liderado por el Papa latinoamericano, lo cual debe llamar a los gobiernos y sociedad civil de la región a seguir sus pasos a la tolerancia y apertura, tanto en temas sociales, como culturales y hasta con las estrategias frontales en la Guerra Contra las Drogas.”

El Papa Francisco continúa dando pasos hacia la renovación de la Iglesia Católica, este viernes, ha iniciado un camino nunca antes explorado. A través de un documento que contiene 256 páginas bautizado con el nombre “Amoris Laetitia” – (La Alegría del Amor) en latín -, ha llevado a cabo una llamada a los sacerdotes de todo el mundo para que acepten y reciban a divorciados, familias mono parentales, homosexuales y parejas homosexuales que viven juntas, pero, no están casadas.

“Un pastor no debe aplicar leyes morales a aquellos que viven en situaciones “irregulares”, como si tuviera la potestad de lanzar piedras a la manera de vivir la vida de cada persona” ha confesado. En un nuevo paso hacia el aperturismo, el Papa abre la posibilidad que las personas divorciadas que se hayan vuelto a casar tengan la posibilidad de recibir la Sagrada Comunión, una aceptación plena en la Iglesia que hasta el momento no se producía.

La Iglesia abre así la puerta a una serie de personas que, hasta el momento, no eran bien recibidas. El aperturismo del Papa Francisco ha servido para dar un paso al frente hacia varios estilos de vida que, por fin, pasan a ser aceptados. Eso sí, aún no se han explorado todos los caminos, y el máximo mandatario de la Iglesia Católica insiste en que los matrimonios homosexuales no son el equivalente de los heterosexuales.

En el capítulo en el que aborda las relaciones homosexuales, reitera que toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser “respetada en su dignidad” procurando evitar “toda discriminación injusta”.

Francisco, sin embargo, considera “inaceptable” la equiparación de las uniones homosexuales con el matrimonio entre un hombre y una mujer, y subraya que “no existe fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas”, entre ambas realidades.

El papa Francisco también defendió el valor de la vida humana y rechazó prácticas como el aborto o la eutanasia, al tiempo que recordó al personal sanitario “la obligación moral de la objeción de conciencia”. En el documento ‘Amoris Laetitia’, señala que “la Iglesia rechaza con todas sus fuerzas las intervenciones coercitivas del Estado en favor de la anticoncepción, la esterilización e incluso del aborto”.

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Negativa total con el aborto

“Estas medidas son inaceptables incluso en lugares con alta tasa de natalidad, pero llama la atención que los políticos las alienten también en algunos países que sufren el drama de una tasa de natalidad muy baja. Esto es actuar de un modo contradictorio y descuidando el propio deber”, agrega.

En este sentido, anima a las familias que no pueden tener hijos a que adopten y “sean magnánimos y abran su amor para recibir a quienes están privados de un adecuado contexto familiar”.

“Adoptar es el acto de amor de regalar una familia a quien no la tiene. Es importante insistir en que la legislación pueda facilitar los trámites de adopción, sobre todo en los casos de hijos no deseados, en orden a prevenir el aborto o el abandono”, expuso.

Respecto a “la eutanasia y el suicidio asistido”, sostiene que “son graves amenazas para las familias de todo el mundo”.

Llegó alguien que realmente quiere que la Iglesia Católica evolucione y abra las puertas a todos los llamados hijos de Dios.