Pequeñas historias de GRANDES hombre y mujeres que engrandecen el espíritu de lo que es ser un buen hondureño. La de don Dagoberto Murillo es una de ellas.
Encuentro su historia en el Facebook de mi amigo Óscar Flores Dubón, uno de los periodistas deportivos más populares del país.
“He llevado currículum a muchísimas empresas y nada, trabajé 29 años en el sistema bancario y ahora me toca luchar, no me da pena ponerme a vender”, dice don Dagoberto Murillo.
Y lo dice con alegría y visible orgullo, y con la esperanza que ya vendrán mejores días para él y su familia.
“¿Por qué los bancos desaprovechan su experiencia?”, se pregunta el periodista Flores Dubón.
Don Dagoberto fue gerente de Banco Atlantida durante más de 14 años en La Lima.
“Hoy vendo agua, frescos y churros en mi carro”, cuenta.
El pequeño negocio sobre ruedas de don Dago (así lo vamos a llamar porque ya le agarramos cariño), está ubicado en la 5 calle 12 ave. barrio El Benque, siguiente esquina del RAP. Se llama DIVINA MISERICORDIA.
Además de la llegada de clientes, don Dago espera que una empresa que valore a los profesionales talentosos le eche una llamada para contratarlo.
“Es difícil mi situación, deseo tener trabajo o capital para arrancar”, dice, para luego revelar que gana un promedio de cien lempiras diarios con las ventas.
Seguro estamos que la suerte le volverá a sonreír a don Dago. Eso está fijo, como en el BANCO.