Nadie sabe quién es Beto, el fanático mexicano al que le pusieron los cachos cuando se fue a ver el partido entre Tigres y Monterrey.
Mientras él gritaba “Gooooooollll”, su novia decía “Ayyyyyyyyy”. El “dale, dale” de Beto no era lo mismo que el “Dale, dale”, de su novia.
¡Pobre Beto!
Aunque es un personaje anónimo del que no se sabe casi nada, Beto es famoso gracias a una manera a la que ningún hombre le gustaría: ¡¡¡¡¡Por cornudo!!!!!
La conversación de su novia con otro man es heavy y de alto contenido XXX.
El pobre Beto es el hazmerreír… pero ahora va la pregunta: ¿A cuántos aficionados hondureños les pasará lo mismo que a este pinche mexicano?
Solo imaginate esta conversación por WhatsApp…
-¿Y entonces, qué onzas?
-Beto se está preparando para irse al estuche a ver Olimpia y Motagua.
-¿A qué hora se va ese dundo?
-Ya casi… Yo te aviso.
-Dale puej, baby. Uyyyyy, estoy cañón.
-Ok.
-Hey…
-¿Ajá?
-¿Se vale por “detroit”?
-Uyyyyy… ¡Allí vemos!
Beto puede ser olimpista.
Beto puede ser motagüense.
Eso es lo de menos. Lo único cierto es que mañana, mientras Motagua y Olimpia se den en la madre para ver quién va a la final, a muchos Betos y Betas les pondrán los cuernos.
¿Y vos tenés pensado ir al estadio mañana, ja, ja, ja.
Yo que vos mejor lo pienso dos veces… ¡Está jodido!
¡Chivas, papa!
