Chicas catrachas: cuidado con la cirugía “trasero brasileño”

Si naciste más plana que una cuchara de albañil, no le parés bola. De seguro Dios te dio otras cosas: bonita cara, ojos bellos, piernas de modelo, busto que mata, personalidad, inteligencia…

Seamos sinceros: no todas pueden tener el trasero de Jennifer López, Sofía Vergara o Anastasiya Kvitko (la llamada Kardashian rusa).

Heather Meadows, una gringuita de 29 años, quería ver más voluptuosa y se sometió en Miami a la cirugía “trasero brasileño”. Y murió.

A ver, chicas hondureñas: ustedes son bellas, todos -hasta los feos-, tenemos nuestra gracia. ¡No pongan en riesgos sus vidas!

¿En qué consiste el “trasero brasileño”? En  sacar grasa del torso de la paciente a través de la liposucción, para luego inyectarla en el trasero para levantar los glúteos.

 heather trasero

Heather, que como pueden ver, era muy bonita, murió después de la operación. La grasa que le fue inyectada en los glúteos entró en su torrente sanguíneo a través de una vena y se le formaron coágulos que le obstruyeron las arterias de los pulmones y el corazón.

Murió de un infarto.

En 2015 hubo en Estados Unidos 14 mil 700 cirugías para aumentar las nalgas con la inyección de grasa. Eso es un 28% más que en 2014.

Tampoco es que cada paciente que se somete se muere, pero el riesgo existe. En España murió una mujer de la misma forma, y Catherine González, una muchacha de 19 años estuvo en coma luego de someterse a “trasero brasileño” en una clínica de Miami.

En Alaska, Yahaira Espada, madre de 41 años, quedó con una protuberancia de grasa en la cadera tras una cirugía de “trasero brasileño”.

La misma comunidad de doctores estadounidenses advierten del peligro de esta moda de inyectarse grasa en los glúteos, pero como que les puede más la vanidad.

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