“Usted me salvó la vida cuando yo era una niña”…

En junio de 1998 el policía Peter Getz sacó de un edificio en llamas a Josibel Aponte, de 5 años. Este hecho heroico tuvo lugar en Connecticut, donde los medios recogieron la foto de Getz cargando entre sus brazos a la pequeña.

Con el paso de los años, Getz se retiró de la policía pero nunca olvidó aquel rescate pues fue uno de los momentos más importantes de su carrera, el cual narró emocionado en una entrevista para el Washington Post:

“Ella no respiraba y no tenía pulso cuando la sacamos del apartamento. Estaba inconsciente y en paro cardíaco. Yo, como no había ninguna ambulancia ahí, empecé a practicarle la reanimación cardiopulmonar. No podíamos esperar y la llevamos nosotros mismos al hospital. Un compañero condujo el coche patrulla mientras yo seguí con el Reanimación Cardio Pulmunal, en los asientos traseros”.

Cuál sería la sorpresa de Getz, cuando en el 2014 recibió un mensaje de Facebook de aquella misma niña (ahora toda una jovencita) a la que le había salvado la vida:

“Honestamente se me hizo un nudo en la garganta cuando me mandó el primer mensaje. Yo la recordaba desde entonces, incluso tengo una foto suya que me dio su madre”.

Y es que, aunque entonces era tan sólo una niña, Josibel siempre tuvo muy presente al hombre que le salvó la vida y por eso decidió buscar a Peter para agradecerle por su valentía:

“Casi me muero, pero me dieron una segunda oportunidad en la vida. Fue gracias a Peter y a todas las autoridades que vinieron a ayudarnos ese día”.

Después de haberlo encontrado por medio de Facebook, Josibel ha seguido en contacto con Peter. Ahora, 18 años después, él fue el invitado de honor a su graduación como licenciada en Contabilidad, título que por cierto alcanzó con honores.

“Quería compartir mi graduación con todo el mundo que es importante para mí y todos los que me han ayudado en tiempos difíciles. Claro, no podía faltar Peter”.

Y así como se ven en la foto, así de bien se la pasaron, esta es una gran historia de agradecimiento y el buen corazón que tiene Josibel.