El drama de doña Eufemia: “Ya no puedo seguir más con esto”

Ella es doña Eufemia Rivera. A sus setenta y ocho años tiene el pelo de plata y se le nota el cansancio luego de más de tres décadas dedicadas a la venta de periódico.

Curiosamente, esta vez yo no iba buscando esta historia. Mientras transitaba por las calles del Barrio Abajo, justamente una cuadra arriba del Seguro Social, escuché un sutil y agradable “Shhhh, Shhhhhh, Shhhh”… Inmediatamente giré mi cabeza y doña Eufemia me lanzo un regaño sin conocerme: “Ajá, ¿y a usted quién le dio permiso de tomar fotos y no tomarme a mí?”.

No supe qué decirle.

Con papel y lápiz en mano me acerque y comenzó esta agradable plática con la doñita de los periódicos.

¿Ajá, madre, cuénteme qué me le pasa?

Ay, hijo, yo estoy enferma, los paré para que la gente me ayude, porque yo ya no puedo seguir más con esto, míreme los brazos, estos moretes me salen porque ya tengo problemas de circulación, aquí paso yo sentada todos los días.

¿Y sus hijos le ayudan?

No, hijo, tengo nueve hijos, de esos nueve solo uno me ayuda, los demás dicen que me ayudan pero para que anden aquí haciendo nada mejor que se queden en su casa…

¿Cuántos años tiene de vender aquí?

Llevo treinta años bien asoleados, de lunes a sábado, los domingos no vengo porque ya estoy cansada, papa.

Doña Eufemia periodicos RadioHouse (5)

¿Con lo que vende qué hace?

Con lo que saco de aquí pago mi cuartito aquí por “La Concordia” y ajusto para los frijoles.

El sol ya estaba en su apogeo y eso no era impedimento para que doña Eufemia continuara regalando historias a los que pasaban frente a este local cubierto por una sombrilla de colores ya remendada.

“¿Pero sabe qué?”, me detiene doña Eufemia. “¿Dígame, madre?”, le respondo. “Todavía hay gente de buen corazón”, responde ella…

 

Doña Eufemia periodicos RadioHouse (6)

 Fotos/ Sergio Montero