En Café Paradiso es un rincón bohemio en el casco histórico de Tegucigalpa. Hasta allí llegué a entrevistar a una mujer de alto quilates que historiadora, poeta, feminista y promotora de la cultura: Anarella Vélez Osejo.
Hoy le toca cargar con dos dolores: la ausencia luego de la partida de Rigoberto Paredes, uno de los poetas más grandes de las últimas décadas; y el encarcelamiento de su hijo Rigoberto Andrés por el supuesto homicidio de Eduardo Montes abogado defensor de la familia Gutiérrez.
A pesar de esos dolores, su fuerza y sus convicciones la mantienen en pie. Muy amablemente nos recibió en su casa y esto fue lo que salió de esa amena conversación: “¡Encantada de estar con ustedes! ¡Bienvenidos!”, comenzó diciendo.
¿Cómo ha cambiado para usted Café Paradiso desde que murió el poeta Rigoberto Paredes?
Rigoberto es una ausencia impresionante, dado que era una personalidad de mucha fuerza, de mucho poder cultural e intelectual, además que él se relacionaba con mucha naturalidad con toda la gente que venía aquí.
Platicaba mucho con la gente joven, con la gente de generación que frecuentaban mucho más que ahora, Paradiso. Es una ausencia notable, pero procuramos mantener su presencia con imágenes, con sus libros.
La editorial sigue trabajando en preparar sus obras completas y mantenemos vivos sus proyectos. Proyectos que iniciamos juntos, la editorial, la casa.
¿Siente más su ausencia o siente más su presencia?
Su presencia.
¿Cómo era su relación con don Rigoberto?
Armoniosa. Teníamos muchas cosas en común, muchos proyectos. Iniciamos muchas cosas juntos que las mantuvimos a lo largo de nuestra vida, durante treinta cinco años. Difícil de resumir.
¿Qué hizo él para enamorarla?
Ser él, como era. Muy autentico. A mí me interesaba tanto la literatura, fue fácil.
¿Cómo se complementaban?
Creo que él era más poeta. Y yo más historiadora. Entonces, eso me permitía ser como más pies en la tierra.
¿Cómo se define Anarella Vélez?
Soy una luchadora, una persona con una visión del mundo y de la vida, bastante clara. Persigo esos sueños que siempre sigo desde joven.
¿Cómo nace su inspiración para escribir?
En mi hogar. En mi casa mis abuelas y abuelo eran amantes de la literatura. Mi mamá recitaba Juan de Dios Peza, por ejemplo.
Los poetas románticos de América Latina, gracias al empeño de mi abuela. Para que mi tía y mi mamá aprendieran poesía de memoria.
¿Qué autores influyeron en usted para escribir?
Depende de las etapas. Porque uno va leyendo cosas diferentes a lo largo de la vida. De niña leía unas cosas, de adolescente otras y así. Pero, creo que una autora que ha marcado mi vida es Simone de Beavouir, tanto como pensadora, como teórica del feminismo, como creadora.
¿Qué la apasiona?
La creación.
¿Su libro favorito?
Tengo diferentes libros favoritos. De poesía tengo algunos, me gustan mucho los de la obra de Rigoberto, “Obra y Gracia” me fascina. De su trabajo artístico.
Luego, en otros ámbitos tengo otros libros.
¿Qué quería expresar con el libro “Todas las Voces”?
Mi rechazo a los acontecimientos de junio de 2009. Al golpe de Estado. Y a las consecuencias del golpe de Estado.
¿Es feminista?
Sí. Soy feminista en resistencia.
¿El gobierno actual?
Le hace falta tanto para satisfacer las necesidades de la ciudadanía. Los problemas no se resuelven. Se invierte mucho más en imagen que en resolver los problemas concretos. La salud, la economía.
Estamos a pocas horas de una nueva tasa para el cobro de servicio de la energía eléctrica. Etc.
¿Le interesa algún cargo de elección popular?
No. Definitivamente no.
EL DOLOR
¿Cómo le cambió la vida el supuesto homicidio que cometió su hijo?
He perdido de este espacio a un ser que amo profundamente y que para mí es muy respetable, muy digno. Una persona que yo eduqué, le di mucho de mi tiempo, le di mucho de mi vida, lo orienté mucho en los temas de la literatura, del arte.
Nuestra casa está también signada por el arte de Rigoberto Andrés como de su padre y lo extraño. Quiero que vuelva cuanto antes aquí.
¿Ha tenido oportunidad de visitarlo?
Sí. Estoy dos veces a la semana con él. Todas las semanas.
Es demasiado duro. Me ha cambiado la salud, he tenido muchos problemas de salud. A raíz de todo eso. Es mi hijo. Disculpame…
¿Qué hace para seguir adelante y poder sobrellevarlo?
Entender la situación en la que él estuvo. Explicármela. Cada vez entiendo más, cada vez sabemos más, porque poco a poco Rigoberto Andrés, que inicialmente no dijo nada de cómo habían ocurrido los hechos, ahora sabemos más y trato de entenderlo y apoyarlo.
Trato de entender las circunstancias en las que él estuvo para actuar de ese modo tan terrible.
¿Dónde estaba cuando supo la noticia?
Aquí en el Café Paradiso. Acabábamos de desayunar. Se había ido a las 9:30 de la mañana de aquí. Cambiemos de tema…
PERSONAJES
¿Francisco Morazán?
Es como debe de ser para cualquier hondureño. Un símbolo de lucha por ideales y proyectos políticos, de lucha más allá de la vida.
De lucha en la que se empeña todo, sus proyectos personales.
Amo profundamente su unión con Josefa Lastíri. Me parece una mujer entrañable por el modo con el que relacionó con Morazán, por el modo que se entregó a él.
¿Manuel Zelaya?
También es un símbolo de lucha para mí. Pocos hondureños han corrido el riesgo de perder la vida en un proyecto de nación, como él.
Esos días del golpe de Estado fue exiliado, brutalmente sacado de su casa, luego, su regreso y su encierro en la Embajada de Brasil, reflejan cual es la talla de Manuel Zelaya. Tanto como el de doña Xiomara Castro que la acompañó en todos estos avatares, en todas estas luchas.
Para mí es un hondureño muy digno de ser reconocido como un luchador por una nación mejor.
¿Está de acuerdo con la reelección?
Depende de las circunstancias. Creo que mis compañeros, soy de Libertad y Refundación (LIBRE), soy fundadora de esa organización, creo que mis compañeros de LIBRE lo han dicho muy bien, para que haya reelección deben haber determinadas condiciones, una reforma de las leyes electorales y tiene que haber garantías para que hayan unas elecciones limpias.
Que haya unas elecciones en las que la participación de la ciudadanía se promueva y se garantice en condiciones de libertad reales.
¿Los indignados?
Como todo movimiento social tiene especificidades y particularidades, una clara ausencia de liderazgo. No existe un liderazgo claro en los movimientos sociales de esta naturaleza.
Son una respuesta que un gobernante más serio debería escuchar a sus demandas.
Ellos responder a una realidad, a una falta de libertad, a una falta de igualdad, a una falta de justicia, a todos los niveles tan grandes de corrupción tan grandes que hay en el país.
Hemos venido viendo en estos años como se van descubriendo actos de corrupción, uno más grave que el otro.
Los indignados salieron a la calle por eso, gracias a ellos vino la MACCIH. No era lo que ellos pedían y esperaban, pero, se obligó al gobierno a dar una respuesta.
¿Se considera defensora de las grandes mayorías?
Me considero parte de ella.
¡Muchas gracias doña Anarella! Agradezco su tiempo.
¡Estoy a la orden!
