(I de II partes).
Henry Gómez, el conocido director del programa deportivo “Los Intocables”, pasó por uno de los momentos más difíciles de su vida cuando fue a dar a la cárcel acusado de lavado de activos durante el saqueo del Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Después de hacer efectiva la resolución, salió en libertad. Nos concedió una entrevista y esto fue lo primero que dijo cuando llegó a Radio House: “Vuelvo a mi mundo… Al mundo de las comunicaciones, al mundo del fútbol, del deporte. A lo que me gusta hacer.
¿Cómo se da esta situación de los cheques?
En la vida hay situaciones que uno debe prever. Bien me lo dice mi abogado Raúl Suazo: “No hay que hacer malas que parezcan buenas”. La Biblia dice: “Hay que ser manso como la paloma, pero astutos como la serpiente”.
En nuestro mundo de negocios o de amistad, tendemos a hacer favores y acciones que nos pueden comprometer, como me pasó a mí.
¿Cómo le piden este favor de cambiar cheques?
Una persona que conocía de hace mucho tiempo. No miré ninguna malicia, ninguna maldad. Lo hice, desafortunadamente… Repito esta frase que ya he expresado: “Fue una ligereza”.
Hay que ser precavido. Uno que trabaja, que tiene una empresa debe de saber muy bien que cualquier situación administrativa o de negocios, uno tiene que tener mucho cuidado, sobre todo cuando se firman cheques, escrituras. Tantas cosas.
¿Usted sospechó algo extraño? ¿Sabía que era ilegal lo que hacía?
En lo absoluto. Para el año 2013, en ese tiempo, nadie sospechaba nada de que en el Seguro Social estaban pasando cosas extrañas.
¿Cobró comisión por cambiar esos cheques?
¡No! En lo absoluto. De ese dinero, puedo decirlo con toda propiedad, y tengo a Dios de testigo, y están las cuentas, que nunca me aproveché de esos 605 mil lempiras.
¿Esa es la cantidad exacta?
¡Exactamente!
Usted menciona un nombre: Vivian. ¿Quién es esa persona?
Ella era la tesorera del Seguro Social. Era la encargada de sacar los cheques del Seguro Social. Tengo otra empresa que se llama Media Exprés y esta empresa vendía productos al Seguro.
Entonces, por la amistad que teníamos con Vivian, ella me ayudaba a que el proceso administrativo del Seguro Social, todas las instituciones del gobierno se tardan 3, 4, 6, 8 meses hasta dos años para sacar un pago, para que el proceso administrativo fuera más corto.
(Mañana, segunda parte de esta entrevista: “El día de mi captura fue algo horrible… Dos carros, uno se paró enfrente, se bajaron dos personas con ametralladoras”…)
¿Ella le cobraba comisión por eso?
En lo absoluto. Jamás. Era pura amistad, nadie me cobró un peso nunca en ese lugar.
¿Cuándo supo que iban tras usted?
Esto comienza en el año 2015. Recibí una cita de parte del Ministerio Público, fui a la cita del Ministerio Público, declaré, mi estatus en ese momento (por cierto, días después me fui a cubrir la final de la Champions entre Juventus y Barcelona, allá en Berlín) era de testigo. Serví de testigo, era testigo, desafortunadamente nunca quedó en papel el estatus.
Judicial o legalmente no le dimos el debido proceso. Esa es otra lección que uno debe aprender, cuando uno tiene un problema con la justicia termínelo hasta llegar al final, porque un cabo suelto lo puede llevar a lo que me pasó a mí.
¿Tuvo ganas de escapar cuando supo que estaba en la lista?
Nunca estuve. Por lo menos en la condición por la que habíamos arreglado, bueno, habíamos acordado con el Ministerio Público, yo no estaba involucrado. Ellos saben muy bien cómo fue todo el proceso de que yo no tomé el dinero. Que si bien es cierto administrativamente yo agarré los cheques, los cambié y los deposité donde me decían que los depositara.
¿A quién depositaba esos cheques?
A Vivian y a un familiar de ella.
¿Si se declaró culpable; por qué sale libre?
Porque la ley me asiste. Hay un término judicial que se llama: Proceso Abreviado. Cuando se da este abreviado, uno, en este caso lo hablo claro, a mí no me da pena decir que fui reo, que fui preso, privado de libertad.. El reo o el privado de libertad tiene el derecho de conmutar y eso me favorecía a mí, porque la cantidad que a mí se me imputa que participo en este lavado de activos es de 605 mil lempiras.
(Mañana, en la segunda parte de esta entrevista: “Lloré tres días seguidos cuando estuve en la cárcel”).
¿Qué hará para recuperar ese dinero?
¡Ojo! Quiero aclarar para todo el público, porque muchos se dejan llevar por lo que nosotros mismos decimos, los medios de comunicación.
Yo pagué una conmuta de un poco más de 15 mil lempiras. Pero en el arreglo que nosotros hacemos, y por la responsabilidad, por la honestidad que tengo, llegamos a un arreglo con la Procuraduría General de la República que nos vamos a sentar y voy a resarcir los 605 mil lempiras, aún y cuando no toqué ni me beneficié de esa cantidad. Está debidamente documentado que ese dinero los volví a depositar y nunca fui favorecido con esas cantidades.
Entonces, en la Procuraduría General tenemos un arreglo pendiente que lo vamos hacer, está claro, escrito, tipificado que me voy hacer cargo de eso sin haber tocado un tan solo peso.
¿Delató a alguien?
No. Conté lo que había pasado.
¿Lo que usted me está contando es lo que le contó al Ministerio Público?
Exactamente. Es la misma versión que he contado desde el año 2015. No hay ninguna otra versión.
¿Anda con la frente en alto?
Totalmente. Voy al banco. No voy a los centros comerciales, porque no acostumbro, pero voy a un restaurante, voy con mi familia.
El que me quiera saludar, me saluda como antes. Y el que quiera decirme algo que él cree que es por lo que se dio, me quiere ofender, también lo acepto.
En la vida debemos ser tolerantes y uno, al ir a la cárcel, aprende a ser tolerante. O le enseñan a ser tolerante, porque si me pongo a pelear con todo el mundo, somos heterogéneos y usted puede pensar algo, yo puedo pensar lo contrario. Tenemos que aprender a ser tolerantes.
Le haré una pregunta extraña: Si usted se declara culpable… ¿Significa realmente que no es inocente?
En términos jurídicos, uno se declara culpable por beneficio propio. Es decir, me declaro culpable por beneficio propio.
Porque las condiciones en las cuales está el país, por el delito que se maneja que es lavado de activos y está involucrado el Seguro Social, y por todas estas razones y algunas otras más, es un tema bastante escabroso.
Tenía compañeros en la cárcel que van cuatro, cinco, seis, siete, ocho meses y no les tocan su juicio. Entonces, no valía la pena estar dos años y medio en el presidio, esperando que nos fuésemos a un juicio oral y público y de repente iba a pagar dos años y medio y de ahí iba a salir libre y muchas gracias.
Pero de esos dos años y medio, de alguna manera injusta, iba a estar dentro del presidio.
Me asiste la justicia, o las leyes de Honduras me asisten, a que me pueda ir a un recurso como ese al que me fui.
¿Cómo se repone un hombre como usted, que es una figura pública de hace mucho tiempo, de un golpe como este?
Levantando la cabeza y dándole la cara a la gente. No tengo por qué esconderme.
¿Cómo limpiará su imagen antes una sociedad que acusa y señala y no es abierta a analizar la situación?
Justo el día sábado recibí un mensaje de alguien que me estaba insultando. En el Facebook. Le respondí personalmente y le dije: “Usted sabe cómo fue todo el trámite, usted sabe cómo fue todo el proceso, si quiere nos sentamos o vamos al Ministerio Público, la información es abierta, cualquiera puede pedir mi expediente, todos pueden pedir ver mi expediente y ver lo que realmente pasó”.
Terminamos siendo amigos con esa persona que me estaba insultado de una forma bien grosera, diciéndome: “Ladrón, ¿no te da pena?”, “Cínico” y muchas malas palabras. Terminamos siendo amigos, ahora lo tengo en WhatsApp y somos amigos.
¿Le afectará esto al programa Los Intocables y la imagen con patrocinadores y ese tipo de cosas?
Puede ser que los patrocinadores tengan sus políticas. Debo respetarlo. Pero debo de decir algo: Yo tengo un Dios que estuvo conmigo desde el primer día que me capturaron. Literalmente estuvo conmigo. Hasta el último día que salí y sé que Dios va a estar conmigo.
No tengo la menor duda de que el programa ahora va a crecer mucho más, porque los que somos hijos de Dios, dice la palabra: “Y a los que aman a Dios, todas las cosas le saben a bien”… Incluso estando dentro de la cárcel.
