Es como aquello de una buena y una mala. ¿Cuál querés primero?
Mmm, ok… Primero la mala.
LA MALA: Leo Messi, sí, el mejor jugador del mundo, acaba de ser condenado por la audiencia de Barcelona a 21 meses de cárcel por tres delitos de fraude.
¿Y cuál es la buena?
LA BUENA: No tendrá que ir a la cárcel porque es una pena inferior a los dos años.
Ojo: no se trata de ningún favor como acá en Honduras, donde no atrapan a nadie -o solo a los que les conviene-, y vos podés hacer millonarios negocios con la venta de medicamentos, e incluso saquear el Seguro Social… ¡Y no pasa nada!
La misma pena le cayó a don Jorge Messi, el papá de La Pulga. A ambos se les acusa de tres delitos de fraude a Hacienda por un total de 4,1 millones de euros entre 2007 y 2009, es decir, unos 120 millones de nuestros desplumados y devaluados lempiras.
La fiscalía (que allá sí es pilas y no como la hondureña, que es más lenta que una tortuga enyesada), no quedó muy contenta con la sentencia pues quería ver al 10 argentino en el bote.
Eso sí: Messi tendrá que pagar una multa de dos millones, pero, eso no es nada pues el man está forrado en dinero.
Los que ya se lamían los bigotes eran los madridistas, quienes se imaginaban a Messi con uniforme a rayas blanco u negro, picando piedra o diseñando túneles al estilo del Chapo Guzmán para escaparse.
¡Pero neles!