Hay dolores que te hacen la vida imposible, uno de ellos es superar una relación que se ha roto.
Según estudios, cuando estamos enamorados, las sensaciones y sentimientos que pasan en nuestro cuerpo son diferentes a los días normales. Pero, cuando una relación llega a su fin, los cuchillos en el estómago se apoderan de vos.
No queremos comer, se nos va el sueño, lloramos todo el tiempo, no queremos nada de la vida. La explicación a todo esto es que el amor es como una droga y olvidar al o la ex se hace un castigo y tortura de la Edad Media.
Al estar enamorado, el organismo genera sustancias como la oxitocina, hormona de la felicidad y el dolor. La dopamina, hormona del placer. De acuerdo con PLOS ONE, el efecto del amor es idéntico al de los analgésicos.
Al romper la relación se interrumpe la segregación de estas hormonas y nuestro cerebro reacciona como el de un adicto a las drogas con el síndrome de la abstinencia, produciendo dolor físico, obsesión y ansiedad.
“El desamor activa regiones asociadas con el dolor físico, la adicción a las drogas y la recompensa…La activación de áreas relacionadas con la adicción a la cocaína podría explicar los comportamientos obsesivos asociados a las rupturas sentimentales”, apunta Lucy Brown, neuróloga en el Einstein College of Medicine, en Estados Unidos.
