Por KENNY CASTILLO/Investigador especialista en temas garífunas
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Samuel Norales ganó en 1997 el oro en los Juegos Deportivos Centroamericano, eso lo lanzó a la fama, pero no fue suficiente para encontrar un buen empleo en Honduras y eso que a sus 21 años ya era un licenciado en Derecho. Luego logró la licenciatura en Periodismo y tampoco encontró empleo.
La desesperación comenzó a ahogarlo y por eso tomó la decisión que cambiaría su vida: optó a una Beca para irse a Taiwán. De aquél gran paso han transcurrido 16 años en los que todo ha ido en ascenso.
Ahora tiene una maestría en Recursos Humanos en el área Internacional obtenida en la National Taiwan Normal University y su tercera licenciatura es, en Lengua y Literatura Italiana por la Fu Jen Catholic University.
En adición a lo anterior, su gran conocimiento del deporte ciencia lo ha llevado a ser Maestro FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) por lo que da clases de ajedrez, sobretodo en Taiwán, pero puede hacerlo en todo el mundo.
A propósito de ello Samuel ansía un programa de ajedrez para las comunidades garífunas.
El título de Maestro de la Federación internacional lo obtuvo en el 2010 en la 39 Olimpiada Mundial en Khanty-Mansiyskiy, Rusia.
La FIDE otorga títulos iniciando CM= candidato a Maestro; FM=Maestro FIDE; IM=MAESTRO INTERNACIONAL y GM=Gran Maestro.
“Uno se puede saltar el título de candidato a Maestro en el caso de obtener un buen rendimiento en los torneos FIDE, ese mi caso; en vista que inicialmente obtuve mi Raiting internacional en un Torneo abierto en el 2008 en Korea y posteriormente participé representando a Taiwán en el 2010 en la Olimpiada Mundial, siendo el primer tablero, donde tuve la oportunidad de lograr un buen rendimiento; como consecuencia se me otorgó el Título que ahora ostento”, cuena¿ta,
Aunque los títulos y su formación académica son impresionantes, lo más grande de Samuel es su calidad humana. A él lo conocí en aquellos años atraído por su fama de campeón y a los pocos segundos me di cuenta que era un tipo normal, sumamente educado y humilde.
“Previo a obtener la medalla de Oro en los VI Juegos Deportivos Centroamericanos, en San Pedro Sula. Fui Campeón Nacional Infantil en 1989 y campeón Mayor en 1993”.
“Nosotros los garífunas somos gentes de talento, tenemos representantes en todas las disciplinas. No tenemos nada que envidiar a nadie, a ningún país, lastimosamente no hay apoyo en Honduras, por eso es que salimos”, dice.
¿Se imagina usted, un garífuna representando en Ajedrez a la República de China(Taiwán)?, ¿Un seleccionado chino-taiwanés que sea garífuna?, ummmm, no verdad ?, seguramente que no. Pero no es ficción, es la vida real para el compatriota Samuel, que hace algunos años compitió en ajedrez internacional bajo la bandera de China-Taiwán.
Es realmente extraordinario y aunque Samuel tiene todo para que lo invada la vanidad y el egocentrismo, reivindica ser un garífuna hondureño, cien por ciento catracho. Su historia es para leer, nació en Tegucigalpa, su madre es de Sambo Creek y su padre de San Juan.
Mencionamos que Samuel fue medallista Centroamericano en 1997, pero es extraño que no sale en el ranking nacional de la Federación Nacional de Ajedrez de Honduras. No aparece quien es, tampoco está en el registro nacional de jugadores.
Mi entrevistado está casado con una mujer taiwanesa, que ha sido una bendición para él y tienen un hijo. Allá muy lejos de su tierra encontró el amor y una bella familia, también una posición, reconocimiento y figuración. No ha de ser fácil ser el primer tablero de cualquier país y menos de Taiwán en una competencia internacional de ajedrez.
¿Y cómo anda con el mandarín?
Lo hablo y lo que no me sé, me lo invento ja, ja, ja. Todos los días aprendiendo algo nuevo. El mandarín es un idioma difícil por su escritura y en lo particular en el aspecto fonético ya que tiene tonalidades. Creo que el mundo tiene los ojos puestos en China. Ahora es el inglés y el español, sin embargo, dentro de poco el Mandarín va a ser muy importante.
Por ahora Samuel reside en Chile, debe jugar para activarse en el ránking. Quizá en algún momento vuelva para compartir sus conocimientos con las futuras generaciones. Pero dos cosas nos muestra, primero: que el GARÍFUNA no es menos que nadie y dos, la enorme fuga de cerebros sigue siendo una gran pérdida para Honduras.
Quizá lo peor de esto es que la emigración se mantiene como la gran esperanza para muchos de nosotros, va en alza. Pareciera que no hay forma de evitarlo.
Compartimos esta historia para inspirar a nuestros jóvenes.