Como si no hubiera sido suficiente que tuviéramos que soportarlo como un pésimo funcionario público -y sus consiguientes escándalos-, Marcelo Chimirri, anunció ayer la muerte de Guillermo Anderson.
Irrespetuoso.
Irresponsable.
Y cuando se dio cuenta de la METIDOTA de pata, Chimirri quiso “arreglar” las cosas, pero fue peor.
Porque resulta que el piloto que falleció en el accidente aéreo NO era hermano de Guillermo. ¡Reprochable!