La inocencia y la dulzura de los niños son increíbles y qué mejor ejemplo que este.
Los niños de la filial del Barcelona demostraron que la grandeza de un equipo no se mide por su capacidad para anotar goles, sino por su actitud deportiva una vez que termina el partido.
De acuerdo con el Diario AS, el cuadro que dirige Sergi Mila derrotó en la final del World Challenge Cup al Omya de Japón. Pero en lugar de celebrar el campeonato que habían conseguido, fueron a consolar a sus rivales que se encontraban llorando dentro del terreno de juego.
Aquí les dejamos el video, para que puedan ver este maravilloso momento
https://youtu.be/BP4LP0ziXh8