Juicio político a magistrada que perdió expediente de Berta Cáceres

Por personas como la magistrada María Luisa Ramos es que uno pasa con una permanente sensación de asco y de sospecha por el sistema de justicia del país.

Si usted tiene dos dedos de frente, y va a sacar del archivo (no se sabe con qué próposito), el expediente del caso del asesinato de Berta Cáceres, lo menos que puede hacer es pedir seguridad para evitar problemas.

Después de todo, no son naranjas la que lleva.

Tal vez la magistrada no lo sabe, pero de la resolución de este caso dependen muchas cosas, entre ellas, que el pueblo hondureño vuelva a tener un poquito de confianza en el sistema de justicia.

El problema es que nos quieren seguir viendo la cara de pendejos -que me perdonen aquellos que se dan golpes en el pecho cuando leen una mala palabra-, y creen que podrán seguir jugando con nosotros.

Puede que tengamos cara de tontos, o pongamos cara de tontos por conveniencia, pero estamos lejos de serlo.

Lo que ocurrió NO es un robo de delincuencia común. ¡Por favor! Aquí todos sabemos que los que planearon y ordenaron el asesinato de Berta Cáceres son poderosos, así que lo más fácil para ellos fue mandar a robar el expediente.

¿Por qué lo sacó la magistrada de  la Corte de Apelaciones el expediente del Poder Judicial?

¿No midió las posibles consecuencias o hay detrás de esto “gato encerrado”?

Porque es difícil que uno no sospeche de la trama de este robo.

Como difícil es no reaccionar con sorpresa, enojo e incredulidad, cuando altos funcionarios de la Fiscalía y de la misma Corte Suprema de Justicia tratan de minimizar lo sucedido.

¡Bah! No es gran cosa, ¿verdad, señores? Después de todo, ¿quién no ha perdido algo en su vida?

Las llaves del carro. Un par de chancletas. Una caja de condones. El cepillo de dientes. La billetera. Un rollo de papel higiénico. La dieta de fin de año… ¡A todos nos pasa!

Esas -y otras ideas-, tuvieron que pasar por la cabeza de la magistrada Ramos y de sus jefes.

Pero esto no puede quedarse así.

No puede ser que mientras en otros países del mundo condenen el asesinato de Berta, y exijan su esclarecimiento caiga quien caiga, acá en Honduras, una magistrada haya perdido el expediente.

Si yo, persona común y corriente, me pongo paranoico cuando voy a un autobanco y saco diez mil lempias, ya no digamos con un documento tan delicado e importante como lo era ese expediente.

Uno no lleva el expediente del asesinato de Berta Cáceres en el carro y se para a la orilla del anillo periférico a comprar carne asada, o se va al salón a hacer manicure o pasa por la pulpería por una bolsa de mantequilla.

¡Dios mío! ¿En qué cabeza cabe?

La magistrada María Luisa Ramos debe dar un explicación. En mi opinión, se le debería aplicar EL JUICIO POLÍTICO para mandar un mensaje al país: que ya no se seguirán tolerando más acciones que pongan en peligro la aplicación de la justicia en Honduras.

El juicio político ya fue aprobado en Honduras y será contra “Altos funcionarios que realicen acciones contrarias a la Constitución de la República o el interés nacional, y por manifiesta NEGLIGENCIA, incapacidad o incompetencia para el desempeño del cargo”.

Esto incluye, además del presidente y sus designados, a diputados, jefes del estado mayor conjunto de las Fuerzas Armadas y MAGISTRADOS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.

¡Ya no más impunidad! Juicio político contra a la magistrada María Luisa Ramos.

¿Qué están esperando?