Hablar de fútbol en nuestro país es complicado, todos nos volvemos juez y parte de cada uno de los partidos que desarrollan nuestros equipos, pero en muchas ocasiones el fanatismo o el enojo no nos deja ver más allá de la realidad verdadera.
Ayer se jugó un partido más entre Real España vrs Olimpia, un encuentro que en los último años cuenta con un crecimiento en rivalidad dentro y fuera de las canchas, es por eso que perder no es permitido, ni perdonado por los aficionados o directivos.
Hay que destacar que fue un partido muy atractivo para los más 3 mil 600 aficionados que asistieron al Estadio Morazán a presenciar este encuentro, pero por parte del equipo blanco hay una inconformidad por una falta penal que pitó el árbitro Armando Castro que para su criterio y fundamentado en las reglas no dudó en pitar la obstrucción que le cometió Bryan Johnson al “Chino” López.
La falta es clara y cuando podemos verla en repeticiones podemos salir de la duda, pero no se entiende porque el malestar del equipo capitalino en querer realizar una campaña para desmeritar el triunfo de Real España.
Hay que aceptar las derrotas como buenos rivales deportivos que somos todos los que estamos ligados al futbol y ver que Real España hizo un buen partido en el cual conto con muchas oportunidades para poder ampliar más el marcador.
Hay que seguir adelante… felicidades a Armando Castro, quien se había considerado un árbitro polémicos por muchos errores cometido anteriormente, entre ellos donde beneficiaron al equipo que hoy está reclamando sin fundamento.
Vamos, no opaquemos el torneo que a medida se vaya desarrollando se pondrá más interesante en la pelea por esa copa que se desea levantar en el mes de diciembre.
Lo que sí es cierto es que a los árbitros se les pide que piten lo que realmente es sin beneficiar a nadie como sucedió la noche de ayer.
Sería injusto no mencionar el apoyo de la afición Aurinegra que lo hizo de muy buena forma asistiendo y apoyando a Real España y más aún la Mega Barra que realizo su espectáculo aparte en las gradas.