Esta semana íbamos con nuestros compañeros a San Pedro Sula, cuando de pronto en la carretera miré a un hombre en su silla de ruedas, miré un montón de leña, miré una casa de color verde y empecé a decirles que pararan el carro porque quería conocer su historia.
Regresamos y así fue como conocí a un héroe, este héroe de nombre Elder Wilfredo Argueta que vive a la orilla de la carretera en Buenos Aires, Taulabe. Este héroe de 40 años de edad que no conoce un “NO PUEDO” y siempre con una sonrisa en su rostro… esta es su historia:
Jacobo Hernández: ¿Nació así o fue un accidente?
Elder Argueta: Fue un accidente.
JH: ¿Hace cuánto sucedió?
EA: Hace 8 años en Santa Cruz de Yojoa.
JH: ¿Cómo fue el accidente?
EA: Fue mientras hacía una bajada de electricidad, no me percaté y pegue la cabeza en el cable de alta tensión, me quedé guindado de una escalera que había puesto.
JH: Lo llevaron rápidamente al hospital, ¿Cómo pierde las piernas?
EA: Me tuvieron hospitalizado como unos 15 días, me evaluaron y mis piernas no reaccionaban, me dijeron que estaban muertas.
JH: ¿Cómo hace una persona para salir adelante después de tremendo accidente?
EA: Los primeros día fue difícil, tenía una pena exagerada, no podía salir de mi casa. Vino un pastor de la iglesia y nos hicimos amigos, él me ayudo a mejorar el trauma, casi quedo como pollo carbonizado.
JH: Cuando nos bajamos a buscarlo me dicen que usted estaba cambiando una llanta.
EA: Sí, ya la arreglé, cambié la llanta y unos empaques de los frenos que no me agarraban muy bien.
JH: Su situación no le impide cambiar una llanta…
EA: No, manejo bien y trabajo con ese carro, voy a salir a ver si puedo llevar a trabajar una gente al cerro para ver si hay algo de pisto.
JH: ¿De qué vive, cuál es su principal ingreso?
EA: Yo ahorita como de la leña, recojo botellas, latas. La leña la voy a buscar a la montaña, la compro barata y luego la rajo para poder venderla.
JH: También recoge botellas.
EA: Sí con mi hijo vamos buscando en la calle, las voy amontonando y luego viene un cliente de San Pedro a comprarlas.
JH: Vamos a algo más personal, ¿Está casado usted?
EA: Si tengo a mi esposa se llama Mauda Bethancourt, tengo dos hijas que están en el colegio y un niño.
JH: ¿Y a usted le gusta el fútbol?
EA: Si me gusta, pero no soy seguidor de ningún equipo, solo cuando juega la selección.
JH: Tengo entendido que usted modificó su carro.
EA: Sí lo modifique, ese carro es mi vida, es el que me lleva de arriba para abajo.
JH: ¿Hasta donde ha llegado con este carro?
EA: Voy donde quiera, Tegucigalpa, San Pedro…
https://youtu.be/TmggkHREE78
Si querés ayudar a Elder podés llamarlo al 9558-9539, en un viajecito que hagás por la carretera del norte no te tardarás más de 10 min en parar y pasar dejándole algo.
Recuerda que para Dios no hay nada imposible, así que a echarle pa’lante y como dicen por ahí: “¿Quién dijo miedo?”