Un policía abrió la puerta por la que salió Kevin Solórzona, cabizbajo, vestido con camisa blanca manga larga, pantalón negro y zapatos del mismo color.
“Buenos días”, dijo Kevin mientras ingresaba a la Sala 2 del Juicio Oral y Público ubicado en la Corte Suprema de Justicia.
Aquí es donde se lleva a cabo el juicio que determinará si él es culpable o inocente del asesinato del ex fiscal Edwin Eguigure.
Su padre fue el primero en ponerse de pie y gritar “Kevin, hijo mío, aquí estamos”. Kevin no dijo nada, pero levantó la mano para saludar a su papá. Después se sentó junto a su abogada.
En la sala estaban también el hermano de Kevin y su tío. La gran ausente era su madre.
Eran las nueve de la mañana. Minutos antes, Kevin había llegdo custodiado en una patrulla de la Policía Militar y no en una unidad del Instituto Penitenciario, conocido popularmente como LA HIELERA.
José Luis Solórzano, el padre del acusado, se sentó. Llevaba un bote de agua y ocasionalmente platicaba con su otro hijo (José Luis) y soltaba un par de risas con su hermano y su hijo menor.
FOTO: José Luis Solorzano, el papá de Kevin.
Foto: José Luis, el hermano de Kevin.
Don José, me permite un par de minutos -le dije, mientras lo saludaba. “No puedo hablar, hijo, solo puedo decirte que estamos a la espera de que mi hijo salga bien de todo este trajín, los abogados no nos dejan hablar, son decisiones”, respondió.
FOTO: Momento en donde las puertas de sala eran abiertas para poder observar este juicio.
La sala estaba llena de estudiantes de Derecho, quienes, libreta en mano, harían apuntes del juicio. Periodistas, camarógrafos, fotógrafos…
FOTO: La familia de Kevin sigue con atención el juicio.
FOTO: Kevin Solorzano ingresó a la sala con un saludo de “Buenos días”. Caminaba firme con la esperanza de salir libre de lo que se le implica.
FOTO: Su camino fue resguardado por un policía penitenciario hasta llegar al lugar en donde lo esperaban sus abogados.
Antes de que ingresara el juez, un policía les hizo el recordatorio a todos que no se iba a permitir personas de pie. Sin excepciones, el que no estuviera sentada iba para afuera.
Otras reglas: celulares en vibradores. Solo botellas de plástico de agua. Nada de comida. A las 10:30 nos sacaron de la Sala.
FOTO: Momento en que Kevin saluda a su padre.
FOTO: Kevin escucha atentamente a su abogada.