Ya retiraron la pesada losa de mármol que cubre el lugar donde, según la tradición cristiana, fue enterrado Jesucristo.
Casi cinco siglos había permanecido sellada la tumba, santuario de cristianos de todo el mundo. Esta reapertura tuvo lugar esta semana.
“Nos dijeron que durante algunos días no podríamos oficiar misa en el interior de la tumba, pero el viernes por la mañana yo ya lo hice con total normalidad”, confirma el padre Artemio Vítores, que ha sido vicecustodio franciscano.
Esto tiene alarmado a muchos de los cristianos, unos dicen que son señales de los últimos días, otros aseguran que esta es una blasfemia , y hay quienes se alegran y dicen que por fin este lugar va a estar para todos los turistas.