No seás pendej… ¡Dejá de quemar pólvora!

Por más que se les advierta o hasta amenace con multas y cárceles, los hondureños seguimos con la tonta y peligrosa tradición de quemar “cuetes”.

No importan las desgarradoras imágenes de cada año con niños que pierden una mano, tres dedos o hasta un ojo, nosotros insistimos, por un sentimentalismo tonto, en gastar grandes cantidades de dinero en pólvora.

¡Y luego son las consecuencias!

Las tales prohibiciones no sirven para nada, porque hay lugares en los que descaradamente, y ante los ojos de las autoridades, instalan puestos de ventas donde vos encontrás desde cachiflines hasta peligrosos morteros.

No ha llegado diciembre y ya hay varios heridos por culpa de esta tradición. Como el caso de José González, de apenas 23 años y con domicilio en el departamento de Intibucá, que resultó con quemaduras de tercer grado luego que un mortero le estallara en la mano derecha.

La foto de diario LA PRENSA con la mano vendada de José debería servirnos de ejemplo.

Los encargados de ponerle a un alto a esta situación se hacen los de a peso (por la plata baila el mono), y cada 24 de diciembre y fin de año escuchamos durante interminables minutos cómo el dinero termina convirtiéndose en estruendo y luego en basura.

Dicen que el por su gusto muere, que lo entierren parado. Desgraciadamente, la irresponsabilidad y estupidez de los adultos afecta -muchas veces para el resto de sus vidas-, a los niños.

¡Gente necia y tonta!