Empate con sabor a triunfo. Al menos para el Real Madrid. El 1 a 1 en el último minuto fue un balde de agua fría para el Barcelona.
Los de Luis Enrique perdonaron algunas claras de gol, pero Sergio Ramos no falló y se la clavó cuando faltaba poco para terminar el clásico.
De visita, ese empate sabe rico y por eso los de Zidane celebraron en el camerino. Destaca esa pose medio rara de Cristiano Ronaldo.
Mmmm…