Un año sin Arnold… y sin los culpables de su asesinato

Hoy se cumple un año desde que Arnold Peralta fue asesinado en un concurrido centro comercial de La Ceiba. Y el caso sigue como desde el inicio: en el misterio.

Salvo los rumores en las redes sociales (en el sentido de que al jugador del Olimpia y de la Selección Nacional de Honduras lo asesinaron por encargo), las autoridades escargadas de la investigación aún no han podido presentar ante los juzgados a los responsables de planificar y ejecutar este caso catalogado de alto impacto.

A mediados de enero del año pasado, la Policía presentó a algunos sospechosos. “A raíz de todas las investigaciones se han logrado confirmar elementos claves que están dando a pie para dar con los culpables “, dijo ese día Elvis Guzmán, vocero del Ministerio Público en la zona norte.

Pero nunca supimos si aquellos individuos que fueron capturados en el Barrio Inglés eran culpables o si solo fueron capturado para “taparle el ojo al macho”, como suele ocurrir.

La sociedad exige una respuesta a este caso.

El mundo futbolístico igual.

Y, especialmente, su familia.

Una niña de apenas un año crecerá sin su padre por culpa de la violencia que azota al país.

Y un padre, don Carlos Peralta, en lugar de verlo jugar en el estadio, acude casi todas las tardes a la tumba de su hijo. No debe caminar mucho, pues, irónicamente, trabaja cerca, en el Palacio de la Justicia de La Ceiba.

¡Qué ironías!

Es nuestra esperanza que este asesinato, así como el de miles de compatriotas, sea esclarecido. ¡Que así sea!