A las 8 de la noche pasamos por Pilo Tejeda. Mientras nos conducíamos al colegio San Miguel, lugar en el que se realizaba la Teletón, el autor de Sopa de Caracol, al escuchar la música que yo llevaba puesta, me dijo: “¿Ese es Guillermo, verdad?”.
Como apenas se escuchaba el volumen, le subí un poco.
“Sí, sí es Guillermo”, dijo Pilo.
Guillermo es Guillermo Anderson, por supuesto.
Justo frente a Casa Presidencial, el cantante progreseño se arrancó con algunos recuerdos que compartió con el que es, a mi parecer, el mejor cantautor de Honduras en su historia.
“Yo iba caminando por la Gran Vía de Madrid, cuando de repente escuché que alguien gritó ‘Weppaaaaaaa’… Yo pensé ´¿Y aquí quién me conoce?´. Volteé a ver y era Guillermo”, contó Pilo.
Eso ocurrió a inicios de octubre del año pasado. Guillermo Anderson acababa de dar su concierto LLUVIA CON SOL en la Casa América.
El concierto duró exactamente una hora con 41 minutos. Y como siempre, Guillermo se lució.
Aquella tarde en la Gran Vía, Guillermo me contó que se sentía un poco enfermo –recuerda Pilo-. Ninguno de los dos imaginamos que aquel sería su último concierto.
Unos días más tarde, ya en Honduras, Guillermo llamó por teléfono a Pilo Tejeda para darle la siguiente noticia: “Oime… Tengo cáncer”.
“Quedé helado, pero después pensé que se trataba de una broma y le dije ´Vos lo que querés es hacerte publicidad´”, cuenta Pilo.
Y agregó: “Guillermo, dejá de bromear diciendo que tenés cáncer”.
Pero Guillermo no estaba bromeando.
“Fui a La Ceiba y nos tomamos un café en su casa –continúa-, le encantaba el café. Fue todo tan rápido y en menos de un año murió. Su muerte fue un golpe tremendo para Honduras… ¡Sí que lo extraño!”.
Pilo hace un alto en su relato.
Acabamos de llegar al colegio San Miguel. La Teletón lo espera. Y Guillermo observa desde lo alto.