UFC a la hondureña: Platense vrs Motagua

El primer partido de la gran final parecía más bien una lucha por el título de las artes marciales mixtas de la UFC, con patadas voladoras, codazos, empujones y barridas por la espalda.

¿Acaso es necesario tanto salvajismo?

Fiel reflejo de la pobreza de nuestra liga, los jugadores de ambos bandos se olvidaron de dar espectáculo, y se dedicaron a perseguirse indiscriminadamente durante noventa minutos en el que se impusieron la fuerza sobre el arte, y la agresión sobre competencia leal.

Y luego nos explicamos el porqué de la ausencia de los aficionados en los estadios.

Ojalá que para este domingo Platense y Motagua se dediquen a jugar, y le pongan un alto a la carnicería. Los aficionados merecemos respeto, pues para eso pagamos la entrada.

Si nuestros futbolistas persisten en esa anti cultura del fútbol, nosotros seguiremos sintonizando los juegos de España, Inglaterra y Alemania.

Jueguen, muchachos, pero no con el aficionado, sino en la cancha. Desistan de la violencia dentro y fuera del campo. O después no se quejen que los dejamos solos…