El Pozo sigue convirtiéndose en el duro destino de los reos hondureños. Esta vez, 50 reos (que no entran en la categoría de TOROS), fueron trasladado a esa cárcel de máxima seguridad ubicada en Santa Bárbara.
La idea es que en los tres primeros meses del próximo año baje de manera sustancial el congestionamiento de los principales centros penales del país.
“Estos primeros 50 reos que serán trasladados son de mediana y mínima seguridad, por lo que irán a realizar diferentes labores en la cárcel de Ilama”, anunció el presidente Juan Orlando Hernández.
Estaremos trabajando con la comunidad de Santa Bárbara -dijo JOH-, sus fuerzas vivas, porque el actual centro penal debe ser destinado para recreación y cultura.
Estos reos, a diferencia de los que salieron de Támara, no iban con uniforme anaranjado. Algunos vestían verde; otros llevaban hasta puesto sus sombreros de junco.
JOH advirtió que “Aquellos que están acostumbrados a delinquir desde los centros penales les quiero decir que eso no volverá a suceder y estarán recluidos de manera aislada para proteger el resto de la ciudadanía”.
“En los próximos meses, cuando desmontemos todo ese sistema corrupto y proclive a propiciar impunidad, estoy seguro que el pueblo hondureño quedará sorprendido del nivel de descomposición que ha habido ahí”, apuntó Hernández.
