La anciana estaba en la camilla, mientras su esposo le sacaba las lágrimas

El conmovedor estado de Facebook  de una joven hondureña que relata el  amor de una pareja de ancianos en un hospital hondureño ha conmovido las redes sociales.

Un estado que le ha llegado a lo más profundo del corazón de los catrachos y que en solo unos días ha sido compartido más de 4 mil veces.

Por: Michelle Andrade.

“Durante las últimas semanas he estado meditando sobre muchas cosas, mi trabajo, mi familia, mis responsabilidades en la iglesia y “el amor”… Y lo que me lleva a compartir un pequeño relato.

Sucede que anoche tuvimos una pequeña emergencia ortopédica y salimos corriendo al hospital, no fue nada grave, pero al llegar a un hospital público, no falta ese sentimiento de impotencia e indignación que causa ver los resultados de la corrupción, sin embargo ese es otro tema…

Llegamos y estábamos esperando la atención médica, cuando de pronto comencé a observar aquel mar de rostros, algunos preocupados, otros somnolientos, algunos incluso sonriendo.

En cierto momento llamó mi atención una paciente en el pasillo de emergencias, una mujer avanzada en edad a quien había visto antes sin ponerle mucha atención, sino hasta ese momento.

Aquella escena me conmovió, pude observar a un caballero de igual edad, que con amor y ternura atendía y velaba por su esposa, en cierto momento vi a aquella mujer sumergir su rostro entre un par de cojines cuando de pronto aquel longevo caballero sacó un pañuelo y comenzó con amor a secar sus lágrimas.

Pude darme cuenta que era difícil para ella verse en aquella cama de hospital, por un momento se sentó y la observe tratar de arreglar con paciencia aquella cabellera larga blanquecina por la experiencia y sabiduría de los años.

ancianos honduras

Aquel hombre mayor la observaba con amor, acariciaba su cabello y con amor le pedía que se recostara y ella a regañadientes lo hizo, él seguía acariciándola, ella tomó la mano de él entre las suyas y la beso con ternura, dejé de verlos por un momento.

Mi propio corazón admiraba aquel momento que quizás para algunos pasaba desapercibido, me pregunté: ¿cuánto tiempo tendrían juntos?, ¿cuantas tristezas habrían enfrentado juntos?, ¿cuántas pérdidas?, ¿cuántos momentos dulces?.

Pensé en que aunque muchos hablamos de envejecer junto a quien amamos, pocos son aquellos que tienen ese regalo de la vida. Por un momento pude presenciar el verdadero amor, aquel que se refuerza con los años, que enfrenta enfermedades, tristezas y atesora felicidad.

Quizás jamás vuelva a ver a esa pareja de ancianos, pero quería compartir con ustedes mi visión, mi postal mental de amor…”