Para toda mujer, el hombre de su vida siempre será su papá, Para una niña, es el mejor superhéroe del mundo, pero hay papás que sin importar lo que haya que hacer se ganan este nombre a pulso.
Este es el caso de Ben Sowards, quien tuvo que recoger en la escuela a su pequeña hija Valerie con los pantalones… un poco mojados.
Durante su día de escuela, Valerie sufrió un pequeño percance en sus pantalones, haciéndose pipi, convirtiéndolo en uno de los peores días de su vida.
Cuando Ben llegó al colegio sabía que las cosas no andaban bien, tenía que apoyar a su hija y para eso ideó el mejor de todos los planes: tomó una botella de agua entre sus manos y la derramó sobre sus pantalones, fingiendo que se había orinado, solo para que su hija se sintiera mejor.
Por si fuera poco, atravesó todo el patio del colegio y entró a la oficina del director con los pantalones mojados. Después utilizó la mochila de su hija para tratar de ocultar su enorme mancha, algo que no sucedió.
“Cuando supe lo que le ocurrió a mi hija, se me partió el corazón en dos. Pude sentir su miedo y su vergüenza en ese momento, y tenía que hacer algo para ayudarla”.
-Ben Sowards
Al llegar a casa, la hermana más grande de Valerie, Lucinda, compartió en su cuenta de Twitter las fotografías sobre el magnífico y amoroso plan que tuvo su padre, y recibió más de 59 mil retuits, 242 mil likes y una lluvia de comentarios que colocaron al Sr. Sowards como el mejor papá del año.