Tomado de www.saludableguru.com
El tiempo pasa volando y de repente ya estamos medio catrecos por la edad. Todo te duele y si sos hombre, ouch, te toca hacerte el examen de la próstata. Así que mejor hay que aprovechar y disfrutar la vida porque nunca se sabe qué onda. Mirá esta lista y decinos qué te parece.
1. A viajar, papa: Trabajamos, ahorramos y cuando llega el momento de disfrutar, el dinero se nos va en otras prioridades. Aunque te digas que Las Pirámides de Egipto siempre estarán ahí, no lo dejes pasar. ¡Hazlo ahora que puedes!
2. ¿Do you speak english?: Siempre tarareabas esa canción que te encantaba pero nunca supiste qué decía la letra. ¿Por qué no empezar esta misma semana con el curso del idioma que siempre quisiste hablar? Nunca es tarde para aprender algo nuevo.
3. A darle cortitelas a la gente tóxica: Cuando se habla de “relación” no siempre nos referimos a una relación de pareja, sino también a amistades que no nos dejan nada bueno y que sólo amargan nuestra vida. ¡Libérate hoy mismo de gente tóxica!
4. Chivas con las arrugas: Un error propio de la juventud. El sol es vida, luz y calor… y claro que sí; pero también es arrugas, manchas en la piel y otras complicaciones más serias. ¡Protégete!
5. Ir a conciertos de tus músicos preferidos: ¡Para ellos también pasa el tiempo! Cuando se presente la ocasión, sé el primero en comprar las entradas para un concierto de ese artista que te apasiona.
6. ¡Que no cunda el pánico!: El miedo paraliza. Y es así: nada se habría logrado si algún valiente, osado y audaz no se hubiera atrevido a algo que podía parecer muy arriesgado o loco. ¡Anímate!
7. Nada de machismo ni de feminismo: Tal vez uno de los mandatos familiares más arraigados en muchos de nosotros. Cosas para hombres… cosas para mujeres… ¡Libérate de los estereotipos y haz lo que te plazca!
8. Esta chamba la mando a la m…: No perdemos de vista que muchas veces no hay alternativa. Hay que vivir y pagar cuentas para vivir. Pero si tu oportunidad de dejar ese lugar que no te motiva y en donde no te valoran aparece, no lo pienses dos veces. Cuando algo termina, siempre algo nuevo empieza y que hasta puede ser mejor.
9. Miedo a decir “Te amo”: Quedarse esperando a que el ser amado dé el primer paso puede ser el peor error de nuestras vidas. No dejes que el tiempo pase para ver cómo esa persona se aleja para nunca más volver. Toma la iniciativa y guarda la tranquilidad de haber hecho todo por conseguir ese amor. ¿Y si al otro le está pasando lo mismo? ¡Piénsalo!.
10. Me pela el eje: Esto es algo a lo que casi nadie escapa y que cada individuo debe resolver por sí mismo. Los demás nunca dejarán de opinar sobre cosas de las que por lo general, no saben nada. Nadie te conoce mejor que tú mismo. “A palabras necias, oídos sordos”. Concéntrate en tus objetivos porque nadie puede vivir tu vida.
11: No haber agradecido lo recibido: Todo pasa por una razón y cada situación que atraviesa nuestras vidas o cada persona que cruza nuestro camino nos deja algo en qué pensar. Agradece cada cosa que te llega porque todo eso ha forjado la persona que eres.
12: Compadecerte eternamente: Por mucho que nos esforcemos no somos el ombligo del mundo. Cuanto antes entiendas y asumás esto, podrás disfrutar de las cosas que te tiene reservadas el destino.
13: Ser más amargado que el vinagre: El rencor sólo nos hace perder oportunidades. Pensar en el daño que nos hizo alguien que tal vez ya ni siquiera se acuerde de nosotros es inútil y envenena el alma. No te restes energía para cosas importantes aferrándote a situaciones del pasado. Déjalo ir.
14: Las pláticas con los abuelos: ¿Quién no recuerda anécdotas o cosas que decían nuestros abuelos? Un día lamentamos no haber pasado más tiempo con ellos escuchan do sus historias y recibiendo sus consejos. Disfrútalos antes de que se vayan.
15: Jugar con tus guirros: La vida agitada, las preocupaciones, los conflictos financieros… todo conspira para restarle tiempo a nuestros hijos. No dejemos que el tiempo vuele para de pronto ver cómo abandonan el nido o se convierten en extraños.
Recordá: Haz lo que quieras hacer, antes de que se convierta en lo que te “gustaría” haber hecho.