¡Cómo exhiben a los pobres de Honduras cuando cometen un delito! ¿Y a los de cuello blanco?

Nosotros, que estamos libres de pecado, tiremos la primera piedra contra esta mujer que decidió abortar a su bebé.

Nosotros, emblemas de moralidad, usemos las palabras que nos dé la gana para señalarla:

¡Asesina!

¡Mala madre!

¡Bestia!

¡Desmadrada!

Se llama Jeily Osorto y fue capturada la semana en Comayagua. Los exámenes forenses revelaron que en la cavidad vaginal se encontraron restos de las pastillas que utilizó para la expulsión del feto.

Nadie le preguntó sobre lo ocurrido. Sólo hubo tiempo para tomarle una foto junto a una orgullosa agente policial.

No defendemos lo que hizo. Será la justicia de Honduras la encargada de hacerle pagar su delito. Lo que criticamos es: Cómo la sociedad y las autoridades se ensañan con los más pobres cometen actos en contra de la ley.

El aborto es un delito, estamos claros. Pero, ¿tenían que exhibir a Jeily ante los medios de comunicación como si se tratara de la peor de los delincuentes?

¿Actúan así nuestras autoridades cuando se trata de un criminal de cuello blanco o es de la alta sociedad?