Amor de madre. El más grande de todos los amores. Divino. Desinteresado, leal, compasivo. Por eso entendemos que hayan llorado cuando sus hijos, que son miembros de la 18 y de la MS, hayan llorado cuando ellos eran trasladado al Pozo II, la cárcel de máxima seguridad ubicada en Morocelí, El Paraíso.
“Le pedimos misericordia al presidente Juan Orlando Hernández que se ponga la mano en el corazón, que nos deje visitar a nuestros hijos”, gritaban entre llanto.
En el Pozo II, como en el Pozo I de Ilama, Santa Bárbara, no estarán permitidas llamadas telefónicas ni visitas de familiares, novias, amantes, hijos; solo tienen derecho a una hora de sol al día y están confinados en celdas individuales.
Es para volverse loco.