En lugar de celdas, los más peligrosos delincuentes del país vivían como reyes en lujosas suites decoradas con full mikis.
Los de la pandilla 18 tenían hasta un espejo enmarcado en madera formando con una serpiente el número 18, dando la bienvenida a la suite que ocupaban los cabecillas.
Arriba luce un cuadro con “toros” presuntamente muertos, pero que se consideran ejemplares y venerables para la organización.
Debajo de la serpiente, un cuadro rinde homenaje a la muerte de un líder veterano y que era considerado el más alto jerarca de la organización criminal.
Otra de las celdas fue convertida en una suite con lujos solo comparados a los de las mansiones.
FOTO: Licuadoras y juegos tenían los de la 18 en el mamo,
Techo de tabla yeso, televisores de 52 pulgadas, iluminación Led y gaveteros de madera de color son son parte de la vida de placer que disfrutaban día a día.
Bebidas energizantes, licuadoras especiales para hacer Smothies (licuados granizados), cajas llenas de sobre con te ginseng eran parte de la dieta de los criminales.
Pero como si esto fuera poco, los pandilleros tenían consolas de Play Station con la cual se entretenían a diario y hasta organizaban campeonatos de Fifa 2015.
Cuando el video juego más popular les aburría, cambiaban por God of War, Uncharted 3 y Grand Theft Auto.
Placer y erotismo
Pero también tenían espacio para tener relaciones maritales y extramaritales en la “Kamasutra”, nombre con el cual identificaban una habitación acondiciona con espejos múltiples para tener sus soñadas fantasías sexuales.
Esta habitación tiene un interruptor pare regular la intensidad de la iluminación, sonido ambiental, incienso, refrigeradora, ducha y televisor plasma.
Entrar a “Kamasutra” era un privilegio para los cabecillas y para otros miembros de la organización que se ganaban ese derecho por una buena “pegada” (acto criminal sin fallas).
En otras celdas, pintadas con colores pastel, se encontraron espejos, peluches, sábanas exóticas y sistemas de aire acondicionado (minisplit de hasta 12,000 BTU).