Hay cosas bonitas, como la que me encontré ayer en mi Facebook, y que me llenó el alma y el espíritu: la historia de Juan Carlos Pastrana, un joven que dedicó su título a su madre.
Juan Carlos es hijo único de madre soltera, siempre vivió en una situación muy precaria, en su niñez solo tenían para comer un tiempo de comida.
“Ese tiempo era tortilla con sal, pero mi mamá hizo muchos sacrificios para mandarme a la escuela”, me cuenta Juan Carlos.
Juan Carlos sabía que estudiando era la única manera de salir de esa pobreza, o tal vez era el único lugar donde olvidaba de la situación de su casa, se refugió tanto en los estudios que siempre fue excelencia académica y así se pudo ganar becas del gobierno.
“Yo fui muy responsable con mis estudios, un alumno sobresaliente, obtenía becas de gobierno porque mi índice era de 90 a 96” , dice con orgullo.
Él es de El Guante, Cedros.
“Fui un niño y adolescente con complejos por la situación en la que vivía, me afectaba mucho emocionalmente y económicamente y me avergonzaba”, cuenta.
Se logró graduar de bachillerato y quiso irse a los Estados Unidos, ya que estuvo a punto de morir de un ataque al corazón por tanto estrés.
Pero obtuvo una beca para estudiar en Tegucigalpa -la beca le cubría todo, desde alimentación, hospedaje, vestuario, gastos personales y materiales universitarios-.
Y el resto es historia, una bella historia. Se graduó de Informática y se convirtió en una inspiración para muchos.
Ahora trabaja en una empresa como Analista de Aseguramiento de Calidad, pero lo hace por contrato, por lo que anda buscando un trabajo estable.
“No fue fácil, pero demostré que tu condición actual no determina tu futuro; son tus decisiones”, señala.
Foto: Juan Carlos Pastrana junto a su madre.