Por TRIPLE G/columnista invitado de RADIO HOUSE
Mientras la oposición sigue con su circo (“¿Y por qué no habló pues, amor?”, le pregunta el ex presidente Mel Zelaya al PINU); y sus problemas de alcoba, en lo que es un matrimonio por conveniencia, pero sin amor, los nacionalistas se encaminan a su tercera victoria consecutiva.
La multitudinaria marcha del domingo pasado fue una nueva muestra de la organización y capacidad de movilización del Partido Nacional. No es bailando en tanguitas que se ganan las elecciones. Y eso es algo que la débil oposición aún no entiende.
Y posiblemente jamás entenderá, porque sus dirigentes andan dedicados a los dimes y diretes y a criticar todo lo que hace el actual gobierno, pero sin proponer nada.
Si bien Honduras no es un paraíso, como algunos “sobalevas” de JOH nos quieren hacer creer, hemos visto avances significativos en varias áreas como: seguridad, turismo, inversión, credibilidad internacional, economía, programas sociales, infraestructuctura.
Claro, no es cosa de la noche a la mañana, porque, contrario a lo que dicen Salvador, Mel y compañía, arreglar un país no es cuestión de frotar una varita mágica.
La proyección de muertes violentas llegará a 50 -quizás un poco menos, por cada cien mil habitantes, después de que por culpa de gobiernos anteriores anduvo arriba de los 80 por cada cien mil.
Las extorsiones se han reducido considerablemente, así como el narcotráfico. Por primera vez en muchas décadas, el Estado logró tomar control de los centros penales del país, que es de donde salen las órdenes para asesinar, secuestrar y extorsionar.
Las carreteras son otro buen ejemplo. Nadie quiso, para el caso, arreglar la que va de Tegucigalpa al sur, porque eso implicaba contratiempo y malestares para la población. Pero había que hacerlo y en poco tiempo tendremos una carretera de primer nivel.
Mientras la Oposición critica, critica y critica, JOH diseña un ambicioso plan llamado Honduras 20/20 con el que pretende crear 600 mil empleos para los próximos cinco años. ¿Lo logrará? No lo sabemos, pero el presidente sigue trabajando para atraer la inversión extranjera y crear mejores condiciones para que Honduras 20/20 sea una realidad.
Es cuestión de estilos: las personalidades anárquicas e inmaduras del dúo Salvador-Mel y la seriedad y visión de JOH.
Sí, cuestión de estilos, entre aquellos que escribimos nuestros argumentos y sin insultar, y aquellos que recurren al ataque y a la bajeza.
